
La caída de la casa Usher, dirigida por el ahorrativo Roger Corman, basada en el cuento corto de Edgar Alan Poe y guion del celebrado Richard Matheson, contó con la música de Les Baxter, quien se complementaba magistralmente con la «economía cormaniana» de la clase B, aportándole partituras de calidad en los exiguos plazos que le asignaba el director, convirtiéndose así en el compositor de las bandas sonoras de la saga de Poe que Corman llevó a la pantalla con un éxito absolutamente merecido.
HOUSE OF USHER (1960)
Les Baxter: Nunca dejes que te entierren vivo!
por Eduardo J. Manola
Compositor, conductor y cotizado arreglador durante la era del swing en los años 40 y 50, Les Baxter (Mexia, Texas, Estados Unidos, 14 de marzo de 1922 – Newport Beach, California, Estados Unidos, 15 de enero de 1996) es reconocido como fundador de la «exótica», una variación de la música melódica que ensalzó los sonidos y estilos musicales de la Polinesia, África, y Sud América, incorporándolos a las tradicionales orquestaciones de cuerdas y bronces de los instrumentales pop, desarrollando un exótico estilo para «big bands» que convirtió en éxito temas con los que nadie pudo.
Siendo muy joven estudió piano en el Detroit Conservatory of Music y comenzó su carrera tocando en los clubes de jazz de Los Angeles.
En 1947 abandonó el piano para ingresar como vocalista en el grupo los Mel-Tones, formado por Mel Torme para grabar con Artie Shaw, y a mediados de la década de 1950, aprovechó su aspecto físico -«mezcla de John Wayne y Robert Mitchum», para actuar en cine junto a Cornel Wilde en Sangre caliente (Hot Blood, Nicholas Ray,. 1956) y a Mamie Van Doren en Untamed Youth (Untamed Youth, Howard W. Koch, 1957), y apareció en el número musical «What a Lovely Day for a Wedding» de Bodas reales (Royal Wedding, Stanley Donen, 1951), aunque no figuró en los créditos de ninguna de estas producciones.


Cuando se separó de los Mel-Tones, escribió arreglos para Nat King Cole, Freddy Slack, Bob Crosby, Tommy Dorsey y otras grandes bandas, música para los programas radiales de Bob Hope y Abbott & Costello, y el tema silbado de la serie Lassie (1954). Como sus contemporáneos Henry Mancini y Lalo Schifrin, Baxter trabajó para la industria cinematográfica en los años 60 y 70, destacándose por su rapidez y bajo salario, en la composición de soundtracks para películas de clase B.
Usualmente componía día a día, y en muy poco tiempo, en forma muy comercial, lo que derivó en su inmediata asociación al director y productor Roger Corman, conocido por su habilidad para filmar con bajísimo presupuesto y en escasos períodos, utilizando decorados usados en producciones anteriores y material fílmico desechado, incluido el documental. Baxter se complementaba magistralmente con la «economía cormaniana» de la clase B, aportándole partituras de calidad para sus films en los plazos que el director le exigía.
Así se convirtió en el compositor de las bandas sonoras de la saga de Edgar Alan Poe que Corman llevó a la pantalla con un éxito absolutamente merecido: El péndulo de la muerte / El pozo y el péndulo (The Pit and the Pendulum, 1961), Historias de terror / Cuentos de terror (Tales of Terror, 1962), El cuervo (The Raven, 1963), y la que nos ocupa La caída de la casa Usher (House of Usher), todas producidas por la American International Pictures (AIP) propiedad de la dupla Samuel Z. Arkoff y James H. Nicholson, cuya fanfarria también compuso.

Baxter contaba habitualmente con escasas dos semanas para componer las partituras de las producciones AIP, con sesiones de grabación que generalmente no superaban las seis horas y que se registraban en sistema monoaural, nunca en stéreo.
Sin arrepentirse de su historia como compositor, Les Baxter decía que los únicos films que le ofrecían eran siempre películas de bajísimo presupuesto y aprendió a hacer milagros con pequeñas orquestas. Cierta vez comentó: «…James Nicholson, (el pope de la AIP) me dio absoluta carta blanca para crear la música para La caída de la casa Usher. Yo tenía un antiguo castillo y a Vincent Price con una extraña afección mental que lo hacía oír cosas raras desde las catacumbas. Qué más se podía pedir? Era el sueño de un compositor!!!…«
Siempre llevaba en su auto cassettes con las grabaciones del score que iba componiendo para la película, y estaba orgulloso de hacerle escuchar el progreso de su trabajo a cualquiera que estuviera interesado.


La caída de la casa Usher (The Fall of the House of Usher en Gran Bretaña), se basa en un cuento corto de Poe, expandido a través de un guión del celebrado Richard Matheson, en el que Roderick Usher (un extraordinario Vincent Price en el apogeo de su genialidad) recibe la visita de Philip Winthrop (Mark Damon) quien llega a la mansión Usher para recuperar a su amada Madeline (Myrna Fahey) hermana del anfitrión Usher, quien con amable hostilidad lo compele, de todas las maneras posibles, para que abandone su intención y la casa misma (convertida en el verdadero «monstruo» de la cinta).
Roderick Usher, para quien la más imperceptible sonoridad resulta extremadamente intolerable, dada su hipersensibilidad enfermiza, explica que la casa ha sido maldecida con la locura y la maldad legada por sus antepasados criminales, pero no consigue convencer a Winthrop, a pesar de los perturbadores acontecimientos que se sucederán en la mansión (sonambulismo, fascinación por la muerte, catalepsia y entierro prematuro).

Baxter recoge el clima que propone el guión y lo desarrolla musicalmente con maestría. El tema principal es un verdadero leitmotiv melódico, elegante, gótico, introducido en la intensa «Overture» que nos presenta el CD publicado por el sello INTRADA, que luego se transforma en una pieza de suspense, macabro horror y melodramático romanticismo que impregna la cinta de principio a fin, apareciendo recurrentemente para convertirse en el sonido de la mansión y de la familia Usher y su tragedia.
Pese a que lo utilizó en varias de sus obras, Baxter no recurrió aquí al Theremin, un instrumento electrónico creación del inventor, científico y violonchelista ruso León Theremin, que puede subrayar con su extraña sonoridad escenas de corte trágico o sobrenatural, y que ya había sido introducido en el mundo de las bandas sonoras por el gran maestro Miklos Rozsa para Días sin huella (The Lost Weekend, Billy Wilder) y Cuéntame tu vida (Spellbound, Alfred Hitchcock) ambas de 1945.
House of Usher – Main Titles



Para musicar House of Usher eligió otros instrumentos no usuales para este tipo de bandas, como por ejemplo, el laúd en el tema «Lute Song» y también en «Madeline Usher». El laúd es un instrumento de cuerdas, parecido al banjo pero más alargado, al que se identifica con los juglares, popularizado en la época del Renacimiento y muy usado en la música instrumental medieval y barroca.
Otro atípico instrumento utilizado por Baxter fue la denoninada bass flute, cuyo bajo registro serpentea misteriosamente el castillo y se amalgama con otros instrumentos de viento y madera en disonantes contrapuntos en el tema «Roderick Usher» y ocasionalmente en solos en momentos más líricos en el tema «House of Evil».
House of Usher – Pallbearers

Soundtrack montage exclusivo TheMovieScores: escena del entierro de Madeleine
Para el tema «Buried Alive» («Enterrado Vivo») introduce una serie de trucos musicales, disonancias apoyadas en fuertes tonos con los bronces, golpes de piano y la percusión profunda de los timbales y bombos graves, mezclando en cierto momento un sonido de base gutural con sintetizador que busca emular un lamento exhalado desde el interior del ataúd en el que la víctima era enterrada viva.
El lamento se hace aún más estremecedor cerca del final del tema, cuando Baxter inserta una base coral femenina que literalmente «llora» sobre la banda de sonido, efecto que logra poner los «pelos de punta» al espectador y remarca la aparición de los fantasmales antepasados de Usher en las escenas de la pesadilla de Winthrop. Roger Corman pidió que las voces fueran grabadas en post-producción y luego mezcladas con la música para mejorar su calidad auditiva.

Esta presencia fantasmal en el score se refuerza en el tema final de la banda de sonido «Fall of the House of Usher» de 13 minutos de duración en el CD, en el que Baxter libera la potencia de todos los instrumentos para propulsar el terror extremo del desenlace de la cinta, alternando entre una escalada de tensión y el impacto del pánico, subrayados musicalmente con fuertes cuerdas y percusión metálica, y dándose el lujo de incluir un breve toque del «Dies Irae», himno latino del siglo XIII, para terminar en el climax final del incendio y destrucción de la mansión.
Una obra musical interesante para una película de culto, ambas infaltables en toda colección que se precie, y que resisten vivas el paso del tiempo……..contra todo entierro prematuro.
Fall of the House of Usher


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