La reina de este tipo de producciones fue la Metro Goldwyn Mayer, y el monarca absoluto en la creación de la música para este género, sin ninguna duda, fue el gran Miklos Rozsa, que además logró que su obra trascendiera las barreras del tiempo y las modas para permanecer incólume, con un reconocimiento y un respeto por parte de los amantes del cine que es muy singular y que pocos compositores han podido obtener, incluso entre personas de distintas edades y de generaciones muy distantes, con gustos totalmente diferentes en cuanto a géneros cinematográficos y tendencias musicales. La admiración por la música de Rozsa es, por cierto, un fenómeno de estudio.
Es claro que el género de la épica ha jugado un papel esencial en la apreciación de la música de Miklos Rozsa, porque ese cine conjuga la aventura, la historia, el heroísmo y las epopeyas de una manera muy especial, que con el tiempo provocan la nostalgia en buena parte del público. La acción trepidante, el romanticismo de las cortes, los castillos feudales o la antigua Roma, con su profusión de luchas y guerras, torneos medievales, reyes, emperadores y caballeros, héroes y villanos, constituían una argamasa ideal para la construcción de estructuras musicales originales y Rozsa aprovechó esa materia prima para crear partituras sólidas en cuanto a la autenticidad de sus fuentes y extraordinarias en su perfecta armonización con las imágenes históricas.
Su debut en el género se dio con Quo Vadis (Quo Vadis, 1951, Mervyn LeRoy), la película que tenía como protagonistas a Robert Taylor, Deborah Kerr y un inmenso Peter Ustinov en su inolvidable interpretación de Nerón, y que significó una exitosa aproximación a los orígenes del cristianismo, tanto cinematográfica como musical.
Gran trabajo
Muchas gracias, Oscar. Está hecho con mucha pasión como todos los artículos publicados en esta web, pero en el caso de Ivanhoe y Miklos Rozsa se me sale toda la nostalgia, porque es una película que me trae muchos recuerdos de la infancia. Saludos