
Tras descartar a Bernard Herrmann y luego de la negativa de Alfred Newman, sobrepasado de trabajo, este recomendó a David Raksin para componer la partitura de Laura. Si bien había integrado el departamento musical en muchas producciones de Universal y Warner hasta que fue finalmente fichado por la Fox, Raksin era prácticamente un novato, pero aún así tuvo el valor de discutir su idea musical con el áspero mandamás Darryl F. Zanuck.
LAURA (1945)
David Raksin: La inspiración que vino del dolor
por Eduardo J. Manola
Pocas veces en la historia del cine un tema musical ha logrado envolver a un personaje como lo ha hecho la inolvidable melodía compuesta por David Raksin para Laura (1945), llevando además la figura de Gene Tierney, la bellísima actriz que encarnó a la misteriosa “mujer del cuadro”, a la categoría de divinidad inalcanzable. La inspiración de Raksin fue tal, y la melodía se hizo tan famosa y reconocible, que nunca pudo obtener un éxito de tamaña magnitud, pese a que sus siguientes obras mantuvieron el nivel de calidad.
La partitura fue pensada como una suite sinfónica, con el tema principal repitiéndose recurrentemente durante toda la película, a través de distintas variaciones del leitmotiv protagonizadas por diferentes instrumentos que acentuaban convenientemente las diversas escenas, remitiendo siempre a la figura de la protagonista, y delineando las facetas de su personalidad con un halo de misterio a medida que los demás personajes la recordaban en el marco de la investigación que llevaba a cabo el detective McPherson (Dana Andrews).



La película, dirigida por el gran Otto Preminger, reunía todas las características iconográficas del film noir, y sumaba un toque romántico que la música de Raksin elevó a sus cotas más altas. El enigma de Laura se profundizaba así con cada aparición de la melodía.
Preminger se encontró de la noche a la mañana al frente del rodaje, cuando quien había sido el director original, Rouben Mamoulian, fue repentinamente despedido tres semanas después de comenzar la filmación por desavenencias con el capitoste de la 20th Fox, el tiránico e insufrible Darryl F. Zanuck, quien tampoco tenía buenas relaciones con el “terrible Otto”, pero que se había visto urgido en contratarle ya que ningún otro sustituto de fuste estaba disponible en tan escaso margen de tiempo. Además, el célebre cineasta austro-húngaro había participado en los inicios del proyecto, cuando convenció a Zanuck para adquirir los derechos de la novela “Ring Twice for Laura” de Vera Caspary, que se había publicado por entregas en la revista Collier’s, y de la que se había producido también una versión teatral con el nombre de “Laura”.



La primera elección de Preminger para componer la música de Laura había sido Alfred Newman, pero el entonces director musical de la Fox estaba absolutamente sobrepasado de trabajo (y además consideraba un dolor de cabeza trabajar con Preminger), así que sugirió que Bernard Herrmann era la mejor opción dada su maestría para filmes de intriga psicológica. Herrmann se negó rotundamente, porque no le gustaba la historia, alegando además que lo que no era bueno para Newman, tampoco podía serlo para él.
Así que el trabajo recayó en David Raksin, que si bien había integrado el departamento musical en muchas producciones de Universal y Warner, hasta que fue finalmente fichado por la Fox, no era conocido. Había compuesto varias bandas sonoras, la mayoría bajo la sombra de grandes compositores como André Previn y Alfred Newman, y en casi todas no figuraba siquiera en los créditos, hasta que apareció acreditado en Dr. Renault’s Secret (1942), de Harry Lachman, la cinta de terror de serie B de la Fox protagonizada por J. Carrol Naish. Por tanto, Raksin era prácticamente un novato cuando le encargaron la partitura de Laura, pero aún así, tuvo el valor de discutir su idea musical con el áspero Zanuck.
En un pase del material rodado de la película para los directivos del estudio, éste le indicó a Preminger que quería eliminar la escena en la que el detective camina por el interior del apartamento de Laura, pero Raksin le sugirió que, si hacía eso, el espectador no iba a entender que McPherson se estaba enamorando de Laura, y que si lo dejaba, él podría apoyar esa cuestión con su música. Zanuck no estaba acostumbrado a que nadie le llevara la contra, así que miró sorprendido a uno de sus asistentes y preguntó casi susurrando: «¿Y éste quién es?». «El compositor, le respondieron». Luego de vapulear un poco a Raksin y amenazarlo con que él tendría la culpa si la escena no funcionaba, accedió a dejarla.

A su vez, Preminger quería un tema musical específico que se identificara con Laura a modo de leitmotiv, y para ello tenía en mente el tema “Sophisticated Lady” de Duke Ellington, y también barajaba “Summertime”, de la ópera Porgy and Bess, de George Gershwin. Además, en la novela de Caspary, a Laura le encantaba el tema de Jerome Kern “Smoke Gets in Your Eyes”. Lo que siguió fue una interesante discusión de la que también participó Alfred Newman. Raksin no estaba de acuerdo con incluir ninguno de esos temas, porque creía que eran demasiado conocidos y, especialmente “Sophisticated Lady” sugería un concepto de mujer que no tenía nada que ver con el clima de la película ni con el personaje de Laura. Preminger insistió y Raksin le preguntó si no se había formado una idea equivocada de quién era esa chica, a lo que aquél respondió: “…no, no tengo una idea equivocada, la chica es una prostituta…”. “¿Según quién, Mr. Preminger?, replicó Raksin.
Preminger, visiblemente molesto, miró a Alfred Newman y exclamó: “¿Pero de dónde demonios sacaste a este tío?». Newman defendió a su pupilo y contestó: «¿Otto, por qué no lo escuchas? Quizás sea interesante lo que David pueda aportar». Convencido a medias, Preminger conminó a Raksin: “Chico, hoy es viernes, si no nos trajiste algo para el lunes, usamos Sophisticated Lady”!!! Raksin se fue a su casa ese viernes a la noche, y cuando llegó se encontró con una carta en el vestíbulo.
Era de su esposa, con la que venía teniendo algunas desavenencias, así que intuyó de qué se trataba y no quiso abrirla, la metió en un bolsillo y se sentó en el piano a tratar de componer la música que necesitaba entregar el lunes. Las horas pasaron y el fin de semana se le escapaba sin que lograra encontrar la melodía que buscaba, no conseguía concentrarse y ninguna de las técnicas que empleaba funcionaba, así que el domingo, ya resignado a fracasar, decidió abrir la carta, la puso frente al piano y comenzó a leer.
El amor de su vida le decía, en síntesis: “Hola, adiós, mejor suerte la próxima vez, piérdete.” Y remataba pidiéndole el divorcio. Desolado, sintiendo que las fuerzas se le esfumaban, comenzó a juguetear con las teclas del piano, y de repente, mágicamente, subidas al dolor que le recorría el alma, aparecieron las notas y surgió la inspirada melodía del tema de Laura. El lunes, cuando se la presentó a Preminger, éste se quedó boquiabierto, ante la pícara mirada de Newman.
LAURA – Theme – David Raksin – New Philharmonia Orchestra conducidad por David Raksin (Ed. RCA VICTOR-BMG – producida por Charles Gerhardt)


La partitura se grabó el 12 de septiembre de 1944, y contó además con un efecto musical especial cuando Raksin insertó unos acordes que se grabaron mediante un sistema de arrastre para lograr una sensación de vibración en la escena del regreso de Laura. El recurso había sido inventado ese mismo año para otra cinta de la Fox, The Keys of the Kingdom (Las llaves del reino) de John M. Stahl, por el sonidista Harry Leonard, amigo de Raksin, para conseguir artificialmente el envejecimiento de la voz de Gregory Peck. El efecto se denominó Len-a-tone, en honor a su creador.
La bellísima partitura de Laura se apoya casi exclusivamente en el tema principal, utilizándose diferentes recursos musicales como la instrumentación, el tempo, el ritmo, la armonía y la dinámica, para insertarlo en distintas secuencias, en distintos climas, con el objeto de que funcione como una suerte de leitmotiv referencial del personaje de Gene Tierney, rodeándola de un aura de romanticismo y misterio, para lo cual se lo introduce más de treinta veces durante la película, tanto de manera incidental como diegética, escuchándose cada vez que alguno de los personajes evoca la enigmática figura de la desaparecida Laura, o cuando se muestra su retrato.
Tras el reconocimiento de la película muchos años después de su estreno, le preguntaron a la glamorosa actriz Heddy Lamarr por qué había rechazado el papel de Laura. “Porque estos inútiles me mandaron el guión, antes de mandarme la música”, respondió irónicamente.


Hay quienes encuentran en la partitura de Laura elementos del Daphne et Chloe de Maurice Ravel, aunque consideramos que solo el estilo romántico y la utilización de cierta instrumentación en algunos de los pasajes de esa obra clásica podría guardar alguna similitud y hacernos sentir alguna cercanía musical con aquélla.
Luego del tremendo éxito de la melodía creada por Raksin, que se popularizó de manera extraordinaria y se convirtió en un clásico del jazz a través de las versiones de Erroll Garner, Chet Baker, Dave Brubeck, Emil Newman, y Charlie Parker, entre otros, la Fox buscó aprovechar el filón y mandó a producir una versión cantada del tema principal de Laura, cuya letra corrió a cargo del renombrado Johnny Mercer, quien reconoció que cuando la escribió, aún no había tenido oportunidad de ver la película. La canción resultó un hit inmediato, y se grabó, en distintas versiones más de 400 veces, interpretada por nombres como Nat King Cole, Julie London, Ella Fitzgerald con la orquesta de Nelson Riddle, Carly Simon y el mismísimo Frank Sinatra.
LAURA canción – NAT KING COLE

LAURA canción – ELLA FITZGERALD con la orquesta de NELSON RIDDLE

LAURA canción – FRANK SINATRA
La banda sonora de Raksin había sido elegida por la Fox para competir por una nominación al Oscar, pero luego el estudio se decidió por la partitura de la película Wilson, compuesta por Alfred Newman, ya que Zanuck pretendía fogonear el film de Herny King para que alcanzara las 10 nominaciones, aunque sabía que la música no tenía chance alguna de ganar. Max Steiner se llevó la estatuilla por Since You Went Away (Desde que te fuiste), de John Cromwell, con Claudette Colbert y Jennifer Jones.





Así, pese a la inútil resistencia de otros directivos del estudio, Raksin se quedó sin lograr el ansiado galardón de la Academia, ya que todo el mundo suponía que la sugestiva melodía de Laura, que había subyugado a miles de espectadores y dibujado una de las figuras femeninas más icónicas de la historia del cine, iba a ser la ganadora indiscutible. Sin embargo, no todo pasa por un premio, y prueba de ello es que nadie se acuerda de Wilson como film, ni de su música, pero el famoso y reconocible tema de Laura resiste incólume el paso del tiempo y continúa deleitando a todo aquel que lo escucha.





LAURA – Suite conducida por ALFRED NEWMAN
