Es curioso observar que este género acuse una repentina fecundidad en esa década, pues en las anteriores apenas se registran algunos seriales de clase B. Ello se debe a que la sociedad norteamericana de posguerra se veía arrastrada una verdadera paranoia provocada por el latente peligro de una guerra contra el bloque comunista y el consecuente holocausto atómico, lo que se conocía como la “guerra fría”. El terror a la bomba se exacerba cuando los Estados Unidos se involucran en la guerra de Corea, que supone un enfrentamiento indirecto con la Unión Soviética.
La mayoría de los films que llenarían el género de la ciencia ficción presentan a los alienígenas con malas intenciones, con una visión negativa de todo lo “extraño” y lo que tuviera que ver con lo científico (ya que, justamente, los científicos habían creado la bomba y eran responsables de la era atómica), y se apoyan en el componente militar como el único capaz de resistir a la invasión extraterrestre que busca la conquista o la aniquilación del mundo y la humanidad. La “amenaza roja” tenía la forma de marcianos, selenitas, o cuanto extraterrestre pudiera poner en peligro el “american way of life”.