En la década del setenta, crea el grupo experimental de música electrónica Boomerang, componiendo para orquesta e instrumentos electrónicos y se adentra en la experimentación de las religiones orientales como el budismo, que lo inspiran para componer en 1974 la pieza sinfónica «The Seven Gates into the World of Satori». En colaboración con Vladimir Martinov y Yuri Bogdanov, lanza el LP “Metamorphoses” (1980), un álbum realizado íntegramente con el sintetizador EMS Synthi 100, en el que adapta a la música electrónica piezas de Prokofiev, Debussy y Bach, entre otros. En este período compone su oratorio «The Ode to the Herald of God», cuya repercusión hizo que fuera incluido en el programa musical de los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980, generando en occidente el interés por la obra de Artemiev.
Sin embargo, la fama y el reconocimiento le llegarían recién en el ocaso de la década del ochenta, cuando crea un estudio privado en su casa moscovita, al que equipa con algunos de los más significativos instrumentos electrónicos de la época, como el Yamaha DX7, E-mu Emulator II, Korg M1, Kurzweil K250 y un ordenador Apple Macintosh SE. En ese momento, escribe también la pieza electrónica «The Three Views of the Revolution» dedicada al Bicentenario de la Revolución Francesa y que cosechó un gran éxito en el Festival Internacional de Música y Creación Electrónica de Bourges en 1989.