La MGM, el mayor y más famoso de los estudios de Hollywood, nacido en 1924, tuvo su apogeo entre 1930 y 1942. En ese período cosechó importantes premios, dada la influencia y poder que detentaba por su conexión con los Oscar. Su máximo capitoste, Louis B. Mayer, Irving Thalberg y, entre otros, su director artístico Cedric Gibbons, que diseñó la estatuilla, figuraban entre los fundadores de la Academia. Mientras mantuvo el liderazgo, MGM obtuvo cinco Oscar a Mejor Película, más uno compartido en sociedad con Selznick: Lo que el viento se llevó, gran favorita en la entrega de 1940, que había acaparado durante meses la atención del público y la prensa sensacionalista, incluidas las divas del cotilleo Louella Parsons y Hedda Hopper, en especial por la danza de actrices que habían efectuado pruebas de cámara por el papel más codiciado de la historia, todas derrotadas por la arriesgada decisión de Selznick de convertir en Scarlett O’Hara a una semidesconocida actriz británica de 25 años. Acierto, Oscar inmediato y merecido para una de las interpretaciones más impresionantes, y paso meteórico a la fama de Vivien Leigh.