apocalypse now 1979

La utilización de La cabalgata de las Valkirias de Richard Wagner por Francis Ford Coppola en Apocalypse Now (1979) resultó una potentísima combinación de dos verdaderas obras maestras. Una de la música clásica, la otra de la cinematografía. El contraste entre la pieza wagneriana, icono de la música sinfónica, y las impactantes imágenes de los helicópteros atacando una aldea vietnamita, ha legado una de las escenas más recordadas del cine.

APOCALYPSE NOW (1979)

Richard Wagner: Helicópteros y Valkirias

por Eduardo J. Manola

«Me encanta el olor a napalm por la mañana»

Tte.Coronel Kilgore

«The Ride of the Valkyries» – music by Richard Wagner – perf. Georg Solti & Wiener Philharmoniker

Sin duda una de las escenas más impactantes y surrealistas de Apocalypse Now es la de los helicópteros del 7º Regimiento de Caballería estadounidense, comandado por un alucinado Tte. Coronel Kilgore (Robert Duvall), aproximándose desde el mar a una aldea ocupada por el Vietcong apoyándose en las estridencias musicales de la hiper famosa “Cabalgata de las Valkirias” de Richard Wagner.

 

La justificación de semejante excentricidad sonora, es llevar el terror al enemigo. El recurso psicológico no es nuevo. Ya los aborígenes de distintas latitudes han utilizado la música con esos fines, por ejemplo, a través de frenéticos arrestos de tambores tronando antes de la batalla.

 

Se sabe que Apocalypse Now se inspiró en la novela de Joseph Conrad «El corazón de las tinieblas» (Heart of Darkness), y que Francis Ford Coppola convirtió el viaje de Conrad a través del Congo en una metáfora para otro viaje, en este caso remontando el río Nung hasta el oscuro corazón de la guerra de Vietnam.

apocalypse now 1979

En la novela, el protagonista, un marino llamado Charlie Marlow, realiza una travesía por un río tropical en busca de un tal Kurtz, el jefe de una ilegal explotación de marfil. En un pasaje del relato, Marlow debe enfrentarse a unos indígenas hostiles, y los atemoriza con una ruidosa sirena.

 

“La cabalgata de las Valkirias” sonando a todo volumen desde los altavoces de los helicópteros de Kilgore hace lo propio con los vietnamitas, desnudando el lado oscuro del ser humano, ese corazón de las tinieblas del que hablaba Conrad. Apocalypse Now es una furiosa y salvaje ópera que retrata el sinsentido de la guerra, y para ello, utiliza la música wagneriana de manera magistral.

WAGNER Y LAS VALKIRIAS

La pieza clásica de Wagner (Walkürenritt o Ritt der Walküren en el original; Ride of the Walkiries en inglés), una de las más famosas de la historia de la música universal, es el comienzo del tercer acto de La valkiria (Die Walküre), la segunda ópera de la tetralogía El anillo del nibelungo (Der Ring des Nigelungen). El tema principal de la Cabagalta, el leitmotiv, fue compuesto por el músico germano el 23 de julio de 1851.

 

Las Valkirias son las hijas de Wotan (Odín en el original mitológico nórdico) y Erda (la diosa de la sabiduría terrenal), y la principal de ellas es su favorita, Brünnhilde. En la representación operística, al principio del tercer acto de Die Walküre, la Cabalgata, que dura ocho minutos, va sumando sucesivamente instrumentos al acompañamiento hasta que el telón se levanta y se ve el pico de una montaña donde se han reunido cuatro de las ocho valkirias hermanas de Brunilda para llevar a los héroes caídos al Valhalla, donde se prepararán para la batalla apocalíptica final, el Ragnarok.

 

A medida que se unen las otras cuatro, la orquesta representa la melodía familiar, mientras que, sobre ella, las valkirias se saludan entre sí y cantan su grito de guerra.

Apocalypse Now 1979
Apocalypse Now 1979 Wagner Ride of the Valkyries

Wagner utilizó el leitmotiv de la pieza, el famoso motivo melódico ascendente, basado en tríadas de la escala de si menor, para ilustrar la majestuosidad de un ascenso hacia el cielo. Coppola lo convierte en un ominoso grito de guerra que anticipa la destrucción, esa “muerte desde arriba” (Death from Above) que se observa escrita en una de las aeronaves. La imagen de los helicópteros danzando con los sones wagnerianos es el preludio al infierno desatado en la tierra.

 

Fuera de los escenarios teatrales, es habitual escuchar únicamente la versión instrumental, que puede durar unos tres minutos, que se ha hecho famosa y ha sido utilizada en más de sesenta películas, entre ellas Rebelde sin causa (1955) deNicholas Ray,El testamento del Dr. Mabuse(1933) deFritz Lang, 81/2 (1963) deFederico Fellini, Ese oscuro objeto del deseo (1977) deLuis Buñuel, La maté porque era mía (1993) dePatrice Leconte,El regreso de la Pantera Rosa(1975) deBlake Edwards, One, two, three (1961) de Billy Wilder, El señor de la guerra (2005) de Andrew Niccol. Sin duda, su utilización en Apocalypse now es la más recordada.

UN RODAJE INFERNAL

Convertir la guerra de Vietnam en una suerte de ópera filosófica fue la más ambiciosa empresa de Coppola, que tradujo un rodaje dantesco en una obra maestra de densidad wagneriana. Puntualmente, el rodaje de la escena del ataque de los helicópteros estuvo cruzada por los problemas. Era una escena que sólo estaba en la imaginación de Coppola y que nadie tenía la menor idea de cómo llevarla a la pantalla. Pero lo hicieron.

 

Primero se construyeron setenta chozas que representarían Charlie’s Point, la aldea vietnamita en una plantación de cocos cerca de Baler, en Filipinas, país en el que se rodó buena parte del film. Desde un helicóptero, Coppola dirigió el ataque que involucró a más de 450 personas, entre actores, extras y técnicos.

 

Durante una de las tomas, una de las explosiones preparadas por los técnicos de efectos especiales alcanzó el almacén de utilería y el de pintura, que ardieron sin control durante unas horas ya que Coppola no quiso suspender la filmación y aprovechó el incendio.

Apocalypse Now 1979

Los helicópteros en sí mismos fueron un problema. Como el Ejército estadounidense no estuvo de acuerdo con el tono de la película, se negó a cooperar con la producción. Así, Coppola tuvo que procurárselos de otro lado, y consiguió interesar al presidente filipino, Ferdinando Marcos.

 

“Como Marcos era uno de los perros más fieles del gobierno estadounidense, nos dejó utilizar sus veinticuatro helicópteros, ¡que eran los mismos que utilizó Nixon en Vietnam! Más realismo, imposible”[1], dijo Coppola en una entrevista de televisión en 1992.

 

Pero el problema era que el gobierno filipino de Marcos estaba librando una guerra contra los comunistas insurgentes en las montañas, por lo que el presidente podía necesitarlos en cualquier momento. El 2 de abril, mientras realizaban en Baler el ensayo de la escena del ataque de Kilgore, Marcos llamó de urgencia a los helicópteros para atacar a los insurgentes que estaban desplegándose a unos 300 km del lugar de rodaje.

 

El 8 de abril, en respuesta a sus informes de Inteligencia de que los rebeldes estaban todavía más cerca, Marcos, temiendo un ataque contra los helicópteros, los envió a una base de Manila. Todo esto complicaba el rodaje de la escena. Por las mañanas, los aparatos debían pintarse con las insignias norteamericanas, y por las noches se repintaban con las de la Fuerza Aérea Filipina.

Apocalypse Now 1979

Además, en ocasiones, Marcos le enviaban a Coppola pilotos distintos cada día, y como estos no se sabían las indicaciones ya impartidas a los anteriores, estropeaban las tomas, porque los supervisores no advertían los reemplazos. Las pérdidas totales del film fueron de entre 30.000 y 50.000 dólares.

 

Los cazabombarderos F-5 Freedom Fighter que debían lanzar el napalm, disponían nada más que de tres pasadas para hacerlo, debido al coste de la operación. Lo hicieron según lo planificado y se emplearon 4.500 litros de gasolina. “Fue la mayor explosión jamás realizada en una película”, dijo el montador y también editor de sonido Walter Murch en el Telluride Film Festival.

Apocalypse Now 1979

Insólitamente, pese al calibre de la producción de Apocalypse Now, al principio no se había contratado a ningún supervisor aéreo para el rodaje de las escenas de los helicópteros, hasta que llegó Dick White y se encargó de ello. “Tenía quince helicópteros en el aire y no había forma de decirles que, si no volaban otros diez pies, no saldrían en el plano”[2], vociferó Coppola.

 

El actor y ex-militar R. Lee Ermey, famoso años más tarde por su magnífico papel del sargento instructor en La chaqueta metálica (Full Metal Jacket, 1987) de Stanley Kubrick, aparece brevemente en la escena pilotando un helicóptero. Además, sirvió como asesor militar. Ambas funciones fueron sin acreditación.

¿POR QUÉ LAS VALKIRIAS?

Mucho se ha dicho sobre cuál habría sido la fuente de inspiración de Coppola para utilizar “La cabalgata de las Valkirias” en la escena del ataque de los helicópteros. Hay quienes sostienen que pudo haber sido el sonido de los bombarderos en picado Stuka alemanes, famoso por semejar una sirena ensordecedora que llevaba el pánico a quienes sufrían sus ataques.

 

Quizás sacó la idea de un viejo documental nazi de 1941 sobre el asalto de los paracaidistas alemanes a la isla de Creta, en el que se ve a los célebres aviones Junkers de transporte de tropas volando sobre el mar hacia su objetivo acompañados por, curiosamente, “La cabalgata de las Valkirias”.

 

Al contrario de lo que ocurre en la escena de Apocalypse Now, en la que la pieza de Wagner sale de los altavoces que llevan los helicópteros, es decir que la música es diegética, en ese documental bélico alemán la música es empleada de manera extra-diegética, ya que no se observa su fuente, sino que es parte de la banda sonora del film.

 

Pero también podríamos decir, que “La cabalgata de las Valkirias” trasciende la diégesis original, porque Coppola y Murch mantienen el volumen alto y la música en primer plano, convirtiéndola casi en un personaje más de la batalla, mientras, en medio del tiroteo y las explosiones, el espectador ya no consigue detectar de dónde proviene.

Apocalypse Now 1979 Helicopter Attack
R. Lee Ermey aparece como piloto de helicóptero

El cine soviético no ha quedado tampoco exento de la utilización de música de Wagner. En Masacre (Ven y mira) (Idi i smotri, 1985) de Elem Klimov, un crudo film que dramatiza descarnadamente las matanzas sistemáticas llevadas a cabo por los nazis en Bielorrusia, se escuchan fragmentos de “Tannhäuser” y de la propia “Cabalgata de las Valkirias”. Los alemanes emplearon esa música, verídicamente, en ese escenario bélico. 

 

Murch recuerda que Coppola quería, en concreto, la versión dirigida por Georg Solti para la escena: “La cabalgata de las Valkirias estaba tan profundamente asociada al ataque a Charlie’s Point, y lo había estado durante tanto tiempo —desde su nacimiento, por así decirlo― que los que estábamos trabajando en la película, montando la imagen y mezclando el sonido, apenas podíamos concebir separar ambas cosas”.

 

“Nunca supe cómo se eligió esa grabación de Solti en concreto ―la decisión fue anterior a mi incorporación a la película—, pero existe un consenso general en los círculos musicales de que la interpretación de Solti, al frente de la Filarmónica de Viena, nunca ha sido superada”.

 

Sin embargo, los deseos de Coppola chocaron con la negativa de la discográfica Decca a permitir la inclusión de la grabación de 1965 de Solti en la película. Coppola insistió. Murch se pasó días enteros buscando esa versión editada por alguna otra discográfica sin éxito. Cuando ya prácticamente la habían descartado, el propio Solti les concedió permiso para usar su grabación.

Apocalypse Now 1979
Apocalypse Now 1979

Sólo habrá un puñado de piezas musicales que puedan rivalizar con “La cabalgata de las Valkirias” por su estatus icónico en la música de cine. Estuvo presente también en el silente cuando D.W. Griffith la incluyó en la banda sonora de su controvertida El nacimiento de una nación (Birth of a Nation, 1915), y fue parodiada con respeto por Chuck Jones en What’s Opera, Doc? (1957), el famoso cartoon de Looney Tunes.

 

Sin embargo, fueron Coppola y Murch los que hicieron que la pieza quedara grabada en la conciencia colectiva de los espectadores. Es esa sensación de emoción visceral la que explicaría por qué “La Cabalgata de las Valkirias” y Apocalypse Now son una simbiosis tan potente, que hace que resulte casi imposible escuchar la música sin evocar la ya mítica escena de los helicópteros.

 

Sea cual haya sido la razón o la inspiración que los haya llevado a emplear la magistral Cabalgata de Richard Wagner, el acierto ha sido mayúsculo. Tanto, que bien podría suponerse que allí se coló algún poder divino, algún polvo mágico venido de la mismísima mitología.

Apocalypse Now 1979 Helicopter Attack

Referencias:

[1] Citado en !Este rodaje es la Guerra!, Juan Tejero, T&B Editores, pág. 582

[2] Citado en !Este rodaje es la Guerra!, Juan Tejero, T&B Editores, pág. 582

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