
Una triste canción folk alemana del siglo 19, «El húsar fiel», fue el tema musical que Stanley Kubrick eligió para construir la emotiva escena final de Senderos de gloria / La patrulla infernal. Pero, ¿quién sería la elegida para cantarla?
"El húsar fiel" (Der treue Husar)
PATHS OF GLORY (1957)
Senderos de gloria / La patrulla infernal
por Eduardo J. Manola
Se puede considerar a Senderos de gloria como la primera obra maestra de Stanley Kubrick, aunque un año antes ya había demostrado su singularidad en Atraco perfecto (The Killing, 1956). Inspirada en la novela de Humphrey Cobb que, a su vez, se basaba parcialmente en sucesos reales ocurridos en la Primera Guerra Mundial[1], la película de Kubrick muestra la historia de una injusticia, cuando el general francés Paul Mireau (un excelente George Macready), mentalmente trastornado, ordena a la artillería disparar sobre la propia tropa para movilizar a un regimiento que se estaba resistiendo a salir de las trincheras, en un ataque suicida contra las posiciones alemanas conocida como Ant Hill (la colina de las hormigas), que terminó en una humillante derrota del ejército galo.
La temática provocó polémica al centrarse en el fusilamiento de cuatro soldados, elegidos aleatoriamente para ser acusados de cobardía y juzgados sumarísimamente como escarmiento del remiso regimiento, castigo ejemplar que jugaba como cortina de humo de la responsabilidad personal del general Mireau en el fracaso del plan de ataque.

En clave de denuncia militar contra los estamentos castrenses, pese a que Kubrick negó que fuese contra el ejército, la película tuvo marchas y contramarchas en su producción y terminó concretándose gracias al tesón de Kirk Douglas, quien junto a Kubrick, también produjo el film.
La banda sonora se encargó a Gerald Fried, un sólido compositor y amigo personal de Kubrick desde que compartieron la High School del Bronx, y que ya había escrito las músicas para las anteriores películas del cineasta. Fried aportó una partitura áspera y breve, apoyada en una percusión militar con base en redobles de tambor y ecos, creando dos temas para acompañar los títulos principales, uno para la versión original americana, que adaptaba “La Marsellesa”, y otro que excluía el himno nacional francés para el mercado europeo, que podía sentirse ofendido por el uso de la canción patria gala en un film tan crítico de su ejército.
Paths of Glory – «The Patrol» – music by Gerald Fried – performed by The City of Prague Philharmonic Orchestra


“Esta película no transmite mensaje alguno. No va en contra ni a favor del ejército. Como máximo, es una película contra la guerra, que puede llevar a los hombres a tales conflictos de conciencia”, afirmaba Kubrick, sin lograr evitar la airosa reacción de excombatientes, ni la prohibición de Senderos de gloria en Francia, Bélgica y España.
Fried sufrió un permanente hostigamiento de Kubrick, que se involucró obsesivamente en la música, exigiéndole justificación por cada nota que componía y, para colmo, se hizo el oso y no le pagó por su trabajo. Ante el reclamo del compositor, la respuesta del director fue que no correspondía que le pagara, porque él lo había “metido en el cine”.

A la música original de Fried, Kubrick le adicionó dos piezas musicales prestadas, en lo que supuso el primer escarceo del cineasta en el empleo de ese tipo de material en la banda sonora de sus películas, algo que se convertiría en marca de fábrica de su filmografía. Una de esas piezas fue el vals que se escucha en las escenas del baile de los oficiales franceses. Se trata de “Vida de artista” (Künstierleben, Op. 316) de Johan Strauss II, compuesto en 1867, poco tiempo después del éxito obtenido por su “Danubio azul”. Este vals podría considerarse un antecedente de lo que Kubrick impondría magistralmente en 2001: A Space Odyssey.

La otra pieza fue una triste canción popular alemana, “Der treue Husar” (El húsar fiel), que Kubrick incluye acertadamente en la secuencia final de la película, cuando en una taberna de pueblo, los soldados franceses de aquel golpeado regimiento comandado por el coronel Dax (Kirk Douglas) intentan divertirse la noche antes de entrar en combate nuevamente. El tabernero les presenta como espectáculo a una delgada y tímida prisionera germana que, según les dice, es “su última adquisición del país de los hunos, que canta como un pájaro, con una garganta de oro”.
Cuando la rubia jovencita comienza a cantar la canción en alemán, su voz es casi inaudible y refleja todo su temor y vergüenza, provocando la reacción adversa de los soldados franceses, que silban y gritan totalmente borrachos, la insultan y liberan el odio y lo peor de las miserias humanas. Pero la joven sigue cantando y los soldados comienzan lentamente a escuchar, se van calmando hasta quedar presos de la emoción, tarareando la melodía.


La triste balada alemana contaba la historia de un soldado del regimiento de húsares que dejó a su amada Elsa para ir a la guerra, y en su ausencia esta enfermó. El húsar, al enterarse, desertó y volvió con ella, solo para encontrarla ya sin vida. Si bien los soldados franceses no entendían la letra de la canción, su triste melodía sirvió para hacerles recordar, entre lágrimas, a sus esposas, novias y madres.
Kubrick se encontró con la canción por pura casualidad a mitad del rodaje de Senderos de gloria, cuando estando en un hotel de Baviera vio en un televisor a una joven alemana entonándola y quedó prendado, de la canción y de la joven. Ahí mismo decidió el final de la película, contactó a la cantante, que tenía tan solo veinticinco años y se llamaba Christiane Susanne Harlan.


Kubrick y Kirk Douglas en la trinchera y el cineasta, con Douglas y Christiane Harlan, quien más tarde sería la Señora Kubrick.
Poco después, decidió también que la propia Christiane interpretara la canción en la escena, y así es que la joven es la escuálida cantante germana que la canta ante los soldados franceses. Kubrick se divorció de su esposa para casarse con Christiane antes de terminar el rodaje, formando un matrimonio estable por cuarenta años hasta la muerte del cineasta.
La triste balada provenía de una canción folclórica germana conocida en varias versiones desde el siglo 19, se convirtió en marcha militar en 1924, a raíz de una versión compuesta por Heinrich Frantzen, y en su forma standard es una de las canciones habituales del Carnaval de Colonia desde los años veinte.
Der treue husar – versión marcha militar – music by Heinrich Frantzen

REFERENCIAS:
[1] El hecho verídico en el que se basan tanto la novella como la película, fue la ejecución por insubordinación de cuatro soldados de la Brigada 119 de Infantería del Ejército francés, comandada por el general Géraud Réveilhac (Mireau en el film), luego de un ataque fallido durante la Primera Guerra Mundial. Las ejecuciones fueron declaradas improcedentes años después en una investigación por reclamo de los familiares de los soldados ajusticiados, que no recibieron reparación, salvo una de las familias que fue indemnizada con un franco.

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