

La importante obra musical para el cine del maestro italiano Mario Nascimbene se merecía esta edición discográfica del sello Quartet Records, un recopilatorio que incluye cuatro películas de producción italiana que se encontraban inéditas en formato CD. Frederic Torres nos acerca sus impresiones sobre esta publicación y las bandas sonoras incluidas
SOUNDTRACK REVIEW
THE FILM MUSIC OF MARIO NASCIMBENE (2020)
por Frederic Torres
El presente disco recopilatorio, lanzado por el sello Quartet en el último trimestre de 2020, nace con vocación completista, puesto que viene a cubrir un hueco discográfico en las colecciones de aquellos admiradores del maestro italiano que probablemente habrán agradecido su aparición, dada la dificultad de acceder al material que contiene, principalmente centrado en varias producciones de diverso carácter genérico que Nascimbene llevó a cabo en su país natal durante la década de los sesenta, mientras su labor basculaba entre producciones norteamericanas (como Barrabás –Barabbas, 1962-) y británicas (Hace un millón de años, –One million years B.C., 1966-).
Un recopilatorio compuesto básicamente por cuatro films poco conocidos (casi todos ellos estrenados en el mismo año, 1962), que el propio Gergely Hubai, autor de las notas que acompañan el completo cuadernillo de presentación del compacto, tilda de “oscuros trabajos del compositor”, pero que, a la postre, también sirven como muestrario musical para todo aquel que desee acercarse a uno de los compositores más internacionales y versátiles que el cine italiano ha dado, pues no cabe olvidar que durante la década de los cincuenta fue uno de los más reconocidos y renombrados compositores de su país, a los que Hollywood acudió para que su música estuviera presente en producciones tan reconocidas como La condesa descalza (The barefoot contessa, 1954); Alejandro el Magno (Alexander the Great, 1956); Adiós a las armas (A farewell to arms, 1957); y especialmente, la popular y celebrada, Los vikingos (The vikings, 1958).

No obstante, ese carácter internacional no está ausente de los trabajos incluidos en el disco, de los cuales previamente se habían comercializado en forma de vinilo un par de ellos, Los chacales del desierto (Commandos, 1968), una coproducción de serie B realizada con Alemania Occidental (en aquel momento), protagonizada por Lee Van Cleef, y con el telón de fondo del norte de África durante la Segunda Guerra Mundial; y La historia de San Michele (Donne senza paradiso –Storia di S. Michele-, 1962), otra coproducción entre ambos países, a quienes además se le añadió Francia, que fue rodada en Capri y que contaba un peculiar episodio de las memorias del doctor Axel Munthe, quien llegó a ejercer, gracias a su prestigio, de médico personal de la familia real sueca.

Storia di San Michele – «Ouverture» – music by Mario Nascimbene


Storia di San Michele – «Tragico E Sentito» – music by Mario Nascimbene
Las dos películas restantes, ambas de temática medieval, serán La congiura dei dieci, una coproducción entre Italia y Francia protagonizada por Stewart Granger; y El lancero negro (I lancieri Neri), también con el mismo régimen de coproducción, cuyo reparto encabezara Mel Ferrer, y que permanecían inéditas discográficamente hablando (con excepción de una regrabación efectuada del tema principal de la primera por parte del sello Silva Screen, para un recopilatorio de capa y espada titulado Mark of Zorro: Swordsmen, tal como bien señala Hubai en su texto).
La selección de los temas no obedecerá pues a otro criterio que ser el único material superviviente disponible, cuestión que obligará a combinar, en el caso de La congiura, pistas en sonido monoaural con otras en estéreo (con la orquesta dirigida por el experimentado Franco Ferrara).
Ello provocará lamentables ausencias como la del tema de amor, compuesto para ser interpretado con la guitarra, tal como también se señala en la carpetilla del disco, quedando un tanto involuntariamente focalizada la música sobre las secuencias de acción, que repiten invariablemente el mismo tema una y otra vez, pero con la sutilidad de la orquestación ofrecida por Nascimbene, con Mikós Rózsa como punto de referencia (probablemente debido al género y a la presencia de Granger en el reparto).
En este sentido, algo semejante ocurrirá con el material superviviente de La historia de Michele, en la que el mismo tema principal se repetirá a través de sus cinco pistas, pero en el que la orquestación del compositor ofrecerá toda una lección de cómo un mismo material temático puede contar e influir de diferente modo en la narración (también con la complicidad en la dirección de Ferrara).
Así, la dramática obertura inicial estará concebida como una especie de concierto para piano (que se repetirá, con coros, en el “Finale S. Michele”), mientras que el “Incontro romantico”, vendrá caracterizado por el empleo del viento-madera, al que tomará relevo el metal para “Tragico e Sentito”, siendo la cuerda la protagonista de “Incontro nostálgico”. Toda una lección de arquitectura orquestal de parte de Nascimbene.
Storia di San Michele – «Incontro nostalgico» – music by Mario Nascimbene




Con mucho mejor sonido, el plato fuerte de la edición será la media hora de material procedente de El lancero negro, en la que sí se podrá apreciar toda la variedad temática que la partitura alberga (mérito también del director orquestal, en este caso, Pierluigi Urlini), comenzando por una poderosa obertura en la que los metales y los timbales otorgarán carácter a la acción de la película (“Titoli di Testa”), además de incorporar un sonido semejante al entrechocar de espadas (un recurso sonoro ejemplo de los que tanto gustaba emplear Nascimbene en sus partituras).
Sin embargo, serán los dos temas dedicados a las coprotagonistas femeninas los que destaquen sobremanera, ofreciendo un aliento más tradicional y contenido el dedicado a Mascia (Letícia Román), la princesa cautiva (“Andrea e Mascia al Fiume”), totalmente contrapuesto al exótico y sinuoso (gracias a las tonalidades orientales del viento-madera empleadas) dedicado a la princesa tártara, Jassa (Yvonne Furneaux), en las diversas peripecias que protagoniza (“Fuga di Jassa”; “Jassa in Carcere”; “Andrea e Jassa/Fuga del Carcere”).
El resto de la partitura se desarrollará a través de la espectacularidad de las marchas y los enfrentamientos, destacando “L’Esercito Avanza”; “Carica dei Ghirghisi”; “Cavalleria Ghirghisa/Ritirata dei Polacchi”; y “Contrattacco dei Ghirghisi/Fuga dei Ghirgisi/Sergio Corre da Jassa”, antes de alcanzar el apoteósico “Finale”.
Sin embargo, el gran atractivo (y gancho) del disco (que por algo su cartel destaca en la portada del mismo) es la música dedicada al citado bélico Los chacales del desierto, una película de acción que pretendía seguir (dentro de sus modestas posibilidades) la moda de las películas de comandos que imperó durante la década de los sesenta, con títulos emblemáticos como Los cañones de Navarone, (Guns of Navarone, 1961); El tren (The train, 1964); Operación Crossbow, (Operation Crossbow, 1965); Doce del patíbulo (The dirty dozen, 1967); o El desafío de las águilas, (Where eagles dare, 1968).
De ella se presentan varios temas (en estéreo, puesto que la producción es de 1968), en las que el tema dominante elegido por Nascimbene es el “Dies Irae”, conocido réquiem que se empleaba en la celebración de misas medievales, muy popularizado por haberse convertido en la apertura de El resplandor (The shining, 1980), el famoso film de terror kubrickiano, y que aquí adopta unos adecuados tonos marciales (con la orquesta dirigida por el propio Nascimbene), tanto en la “Introduzione Magica”, como en el “Finale Tragico”, que aúna esa marcialidad (omnipresentes los redobles de los tambores), con el “doloroso” y continuado crescendo del metal, anticipando de este modo al espectador educado musicalmente (puesto que este réquiem ha sido casi siempre empleado en funerales) cuál será el destino de los protagonistas, a pesar de la llegada al rescate de los tanques americanos (como también señala acertadamente Hubai en su texto).
Commandos – «Introduzione Magica» – music by Mario Nascimbene


En definitiva, un disco bien producido por Quartet (en el que José María Benítez, alma mater de la compañía, ha contado con la inestimable ayuda, en la preparación y supervisión del material, de todo un especialista –y enamorado de la música de cine- como es Claudio Fuiano), que por un lado rescata distintos trabajos de uno de los compositores históricos del cine italiano (principal fundamento de la edición, como ha quedado dicho), toda vez que ofrece la posibilidad de contactar para las nuevas generaciones de aficionados con su música, caracterizada por un sonido muy personal (a pesar de los diversos avatares genéricos encomendados).
Un compositor que se oponía enérgicamente a la programación de música cinematográfica en las salas de conciertos e incluso a su edición discográfica, algo carente de sentido para él, ya que sin las imágenes a las que intrínsecamente iban ligadas, la música perdía toda su expresión.
Ante cualquier reparo, el compositor elogiaba las salas de cine como el elemento idóneo para apreciar su música. Una música, no obstante, que fue comercializada en su momento con su beneplácito, y que por ello mismo pone sobre la mesa las contradicciones que la especialidad puede comportar.
Para Nascimbene ni siquiera la evocación podía emplearse como motivación para la escucha. Sin ánimo de querer contrariar su memoria, aquí está este disco compacto para quien se decida a conocer de cerca el trabajo del inestimable compositor, mucho más asequible a través de su música que no a través de las pantallas cinematográficas.
Commandos – «Atessa drammatica» – music by Mario Nascimbene

TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR:
por Eduardo J. Manola
Cuando Francis Ford Coppola se lanzó a producir Drácula, la promocionó como la versión más fiel del clásico del escritor irlandés Bram Stoker jamás llevada a la pantalla, lo cual, en rigor de verdad, no fue así, pues si bien respetó el argumento original en sus aspectos más básicos, se alejó de su esencia y se tomó no pocas licencias. Es que la propuesta…