por Eduardo J. Manola
Joseph Francis «Buster» Keaton (1895-1966). Con un estilo propio y personal, diferente al de Chaplin, supo llevar el slapstick a su máxima expresión. Experto en el uso del gag, cómico medular, utilizó el lenguaje corporal para realizar escena de riesgo extremo, combinando despliegue físico, ingenio y creatividad. Memorables son sus films con persecuciones y caídas como Sherlock Jr. (1924) y Cops (1922). Y toda su imaginación se muestra en cintas como por ejemplo El Navegante (1924) donde tiene que aflojar una tuerca debajo del agua y no tiene ninguna herramienta. Lo que se le ocurre es usar un cangrejo como pinza para resolver el entuerto. Perfeccionó su expresividad mímica al no sonreír nunca en sus películas, permaneciendo siempre serio e impasible (obligado por una insólita cláusula contractual) que, sin embargo, benefició su imagen y provocó mayor impacto en el espectador. Todo lo expresaba a través del cuerpo, de sus acrobacias y de su ingeniosa manera de resolver situaciones. Por tanto, la música de sus films debía apoyar el estilo de comedia y el vértigo de sus escenas. Como en la mayoría de los films de la época, la música no tenía preponderancia y era un acompañamiento en vivo de un piano o una pequeña orquesta.