Popeye the Sailor 1933

POPEYE THE SAILOR (1933 - 1960)

Popeye, el marino

Sammy Lerner: Entre hornpipes y voces cascadas

por Eduardo J. Manola

Popeye the Sailor – «Popeye Theme» – music by Sammy Lerner

Los que ya peinamos canas y hemos vivido aquella maravillosa televisión de los años sesenta, no podemos dejar de rendirnos a la nostalgia al escuchar esa graciosa melodía que acompañaba las aventuras de aquel marino de quijada prominente, pipa de caña de maíz entre los dientes, y unos antebrazos inflados coronados por una sencilla, pero elocuente, ancla tatuada en ellos.

 

Siempre se lo veía con un ojo cerrado, y el otro bien abierto, seña particular que hubo de generar su nombre, que viene del inglés “pop-eye”, que podría traducirse como “ojo saltón”, término muy común en la jerga de los marineros.

 

Sus aventuras involucraban a su delgadísima novia Olivia y al villano Bluto, y aparecía en ellas con frecuencia un extraño y regordete personaje llamado Wellington Wimpy (Pilón en España), glotón consumado y tragón de hamburguesas empedernido.

Popeye the Sailor 1933
Popeye the Sailor 1933
Popeye the Sailor 1933
Popeye the Sailor 1933

La ya icónica canción que identifica a Popeye fue escrita en 1933 por Sammy Lerner para el primer cartoon del personaje que lanzó el estudio de los hermanos Fleischer. Pero, antes de seguir con la música, les propongo hacer…

UN POCO DE HISTORIA

Popeye, el marino, nació de la imaginación del historietista estadounidense Elzie Crisler Segar, un batería que participó en acompañamientos musicales de películas mudas, trabajó como proyeccionista, y se convirtió más tarde en caricaturista estudiando por correo y creando sus primeras tiras cómicas, Charlie Chaplin’s Comic Capers, en el Chicago Herald, inspiradas en los cortos de Carlitos que había visto en el cine.

 

Reclutado por el King Features Syndicate, Segar entró en el The New York Evening Journal, y creó allí las tiras cómicas Timble Theatre en 1919, en las que aparecían sus primeros personajes: Ham Gravy y su novia Olive Oyl (Olivia), la que sería más tarde la famosa novia de Popeye. Pero este no aparecería sino hasta 1929 y como un personaje secundario, un marino que era contratado por Gravy para un viaje en barco a una isla con el fin de cazar una mágica ave gallinácea.

 

Para crear a Popeye, Segar se inspiró en un vecino marinero polaco llamado Frank Fiegel, al que apodaban Rocky, dueño de un fuerte temperamento que lo hacía meterse en frecuentes peleas, casi siempre contra bravucones más grandes que él, que era más bien bajito; tenía una quijada importante, y le faltaban varios dientes.

Popeye the Sailor 1933
Popeye the Sailor 1933
Popeye the Sailor 1933
Foto que se atribuye a Frank Fiegel, modelo de Popeye

Popeye está considerado el primer superhéroe de los comics, y todos recordamos que su fuerza provenía de las espinacas, cuya popularidad hizo que se dispararan las ventas a niveles insospechados, tanto que Crystall City, ciudad texana originalmente dedicada a la producción a gran escala de ese vegetal, erigió una estatua de Popeye en agradecimiento.

 

Sin embargo, el mito de las espinacas como factor que le proporcionaba una inmediata fuente de energía sobrehumana a Popeye, se crearía recién con los dibujos animados, cuando Max Fleischer se dio cuenta de su potencial como marca comercial.

Popeye the Sailor 1933
Popeye the Sailor 1933
Popeye the Sailor 1933

En los primigenios comics de Segar, el marino obtenía su fuerza de frotar el plumaje de aquella gallina mágica que había ayudado a cazar y, curiosamente, no le gustaban las espinacas. Su popularidad fue tal que terminó convirtiéndose en el personaje principal de las tiras.

DEL COMIC A LA PANTALLA

Las Thimble Theatre de Segar estaban destinadas a un público adulto y constituían una virulenta crítica social de la época, y como dice Javier Coma: “Hasta la muerte de Segar en 1938, los seriales en tiras diarias…compusieron lóbregas visiones de personajes egocéntricos y amorales, a quienes solo parecía redimir su extravagante búsqueda de quimeras”.[1]

 

Esta visión crítica desaparecería con el traspaso de las tiras gráficas a la pantalla en 1933, cuando el King Features Syndicate firmó un contrato con Fleischer Studios para que los personajes del Thimble Theatre aparecieran en una serie de dibujos animados que distribuiría Paramount Pictures.

 

En uno de esos cortometrajes debutaría Popeye, pero si bien era el protagonista y el título del corto era Popeye the sailor, en realidad era un cartoon de la serie de la famosa chica flapper Betty Boop (estrella absoluta del estudio en aquellos tiempos, que había aparecido por primera vez en agosto de 1926 en las series Fleischer’s Talkartoon), que aquí tiene un breve papel de bailarina de hula-hula.

Por cierto, en este debut ya se introducen las espinacas como fuente de energía, y también los personajes de Olivia y Bluto, con quien Popeye ya se toma a las trompadas, iniciándose su eterno antagonismo. Todo ocurría en blanco y negro, y se escucha por primera vez la famosa canción de Popeye.

 

El actor estadounidense William “Billy” Costello creó la voz cascada del marino a partir de ruidos que solía utilizar en sus actuaciones cómicas al principio de su carrera, y luego de 24 cartoons fue despedido por los Fleischer, aparentemente por “mal comportamiento”.

 

Bonnie Poe fue la voz de Olivia, William Pennell la de Bluto, y Mae Questel la de Betty Boop. Questel también fue Olivia, y llegó a poner la voz al mismísimo Popeye, cuando el animador Jack Mercer (que reemplazó de manera brillante a Costello), fue reclutado en el ejército.  

Popeye the Sailor 1933
Billy Costello
Popeye the Sailor 1933
Popeye the Sailor 1933
Jack Mercer

Gracias a la serie de cortos animados, muy pronto Popeye se convirtió en una sensación aún mayor de lo que había sido en las tiras cómicas y, en 1938, las encuestas mostraban que el marinero era el personaje de dibujos animados más popular de Hollywood.

 

En mayo de 1942, Paramount Pictures compró los Estudios Fleischer y los reorganizó rebautizándolos como Estudios Famous, ambientado sus primeros cortometrajes en la Segunda Guerra Mundial, con Popeye peleándose con nazis y soldados japoneses.

 

A finales de 1943, comenzó la producción de cortos en Technicolor, que continuó hasta 1957, cuando Paramount vendió todo el catálogo de la serie de Popeye a la Associated Artists Productions (a.a.p.), que los relanzó con su patrocinio.

En 1960, King Features Syndicate encargó una nueva serie de dibujos animados de Popeye el Marino, pero esta vez para sindicación televisiva, simplificándose la animación para adaptarla a los menores presupuestos, y llegándose a producir 220 cartoons en dos años. Hanna-Barbera produjo también cortos de Popeye entre 1978 y 1988, y en 2001, Cartoon Network, bajo la supervisión del historiador de la animación Jerry Beck, creó una nueva encarnación en The Popeye Show.

LA MÚSICA DE POPEYE, EL MARINO

Como ya les adelantara, la inolvidable canción de Popeye la compuso Sammy Lerner para el cartoon Popeye the Sailor en 1933. Se llamó “I’m Popeye the Sailor Man”, y la interpretó Billy Costello. Popeye aparecía cantándola mientras caminaba tras ser presentado a través de los titulares de un periódico como “Popeye, estrella del cine”.

Samuel “Sammy” Lerner, rumano de origen, había emigrado a Detroit con su familia a los siete años de edad, y de allí se trasladó años después a Nueva York para trabajar en el vodevil, llegando a escribir canciones para el popular espectáculo Ziegfeld Follies.

 

Con la llegada del cine sonoro, empezó a escribir canciones para películas, y muy pronto para los dibujos animados de Paramount Pictures producidos por los Fleischer, entre las que destacó “Don’t Take My Boo-oop-a-doop Away” para Betty Boop.

 

Fue Dave Fleischer quien le encargó que escribiera la canción para el corto debut de Popeye, cosa que hizo en tan solo dos horas. A la melodía original de su autoría, Lerner le adicionó, como breve apertura, un fragmento de la tonada tradicional británica “The Sailor’s Hornpipe”, que tiene su origen en la Royal Navy.

 

Las hornpipes[2] son danzas muy populares en la música de Escocia, Inglaterra, Gales e Irlanda que datan del siglo XVI, que imitan la vida de los marineros y sus deberes náuticos.

 

Se hicieron muy habituales a bordo de los barcos, ya que no requerían pareja y se podían bailar en espacios reducidos como las cubiertas de los navíos. Los marineros de los veleros británicos danzaban mirando al mar con la mano derecha extendida y se bamboleaban como si estuvieran manteniendo el equilibrio en medio de una tormenta.

Popeye the Sailor 1933
Max Fleischer
«Sailor’s Hornpipe» – traditional – perf. by Orlando Pops Orchestra
«Sailor’s Hornpipe» – traditional – perf. by The Band of the Royal New Zealand Navy

La versión de Mike Oldfield

Popeye the Sailor 1933
El compositor Sammy Lerner

“The Sailor’s Hornpipe” quedó definitivamente incorporada a la canción de Popeye de Lerner, que más tarde se convertiría, en versión instrumental y combinando ambas tonadas, en la música que sonaría siempre en los títulos de crédito de los cartoons del personaje.

 

Sin embargo, y curiosamente, esta canción no estaba en los títulos de crédito del corto inicial, Popeye the Sailor, sino que allí sonaba otro tema muy conocido: se trata de “Strike Up the Band (Here Comes a Sailor)”, escrita en 1900 por Chas B. Ward, con letra de Andrew B. Sterling. No confundirla con la famosa canción homónima que los hermanos Ira y George Gershwin escribieron para el musical de Broadway de 1927.

La canción “Strike Up the Band (Here Comes a Sailor)” de Chas y Sterling, la podemos encontrar también en una secuencia musical de la comedia El arrabal (The Bowery, 1933), de Raoul Walsh, protagonizada por Wallace Beery y George Raft.

 

La canción, interpretada por la actriz Pert Kelton, hablaba de un marino llamado Jack, lo que podría explicar que los hermanos Fleischer la incluyeran en el corto de Popeye.

 

Es curioso que, en la película y durante esa secuencia musical, cuando aparece George Raft en escena, se introduzca también la melodía de “The Sailor’s Hornpipe”. Lerner, como vimos, compuso la canción de Popeye ese mismo año, así que es muy probable que tomara de aquel film la idea de la danza británica para acentuar el carácter marinero del personaje.

La canción original de Sammy Lerner cumplió diferentes funciones. Se hizo una costumbre terminar cada corto con Popeye cantando las últimas estrofas y adaptando su letra a la temática de ese episodio. Por otra parte, y además de imponerse en los créditos iniciales, su versión instrumental también se utilizó de manera incidental, y en un tempo más vertiginoso, para apoyar las secuencias de peleas y acentuar el aumento de la fuerza de Popeye tras comerse las espinacas.

 

Si bien tenía como base la melodía de la canción de Lerner, que adaptaba de diferentes maneras, la música incidental de los cortos fue compuesta por Sammy Timberg, reputado compositor especializado en música de dibujos animados desde los inicios de la década del treinta.

 

Fue director musical de los Fleischer Studios, para quienes también creó la música de los famosos cartoons de Superman. Timberg había trabajado en Broadway y también con los Hermanos Marx. 

Cuando los cortos de Popeye pasaron a los Famous Studios de la Paramount, fue su director musical, Winston Sharples, quien asumió la tarea de componer la música incidental orquestada, junto a Ken Lowman y Stépan Konícek, pero Timberg siguió trabajando y colaboró con Sharples aportando su experiencia en infinidad de episodios.

 

La melodía de Sammy Lerner quedó tan encarnada en la figura de Popeye, que todas las aventuras del popular marino que se fueron produciendo a lo largo de los años, tanto en pantalla, tablas y demás espectáculos, siempre han mantenido esa música, como por ejemplo, la película de Robert Altman de 1980, protagonizada por Robin Williams.

Popeye the Sailor 1933
Popeye 1980 – «I’m Popeye the Sailor Man» – music Sammy Lerner – perf. by Robin Williams
Popeye the Sailor 1933

Hubo, además, muchas versiones y covers de la canción, como estas que pueden escuchar a continuación, que fueron objeto de ediciones discográficas.

Letra en inglés

I’m Popeye the Sailor Man

 

I’m Popeye the Sailor Man. I’m Popeye the Sailor Man.
I’m strong to the finich, cause I eats me spinach.
I’m Popeye the Sailor Man.

I’m one tough Gazookus, which hates all Palookas.
Wot ain’t on the up and square.
I biffs ‘em and buffs ‘em and always out roughs ‘em
but none of ‘em gets nowhere.

If anyone dares to risk my «Fisk», It’s «Boff» an’ it’s «Wham» un’erstan’?
So keep «Good Be-hav-or», That’s your one life saver
With Popeye the Sailor Man.

I’m Popeye the Sailor Man, I’m Popeye the Sailor Man.
I’m strong to the finich, cause I eats me spinach.
I’m Popeye the Sailor Man

Popeye the Sailor 1933
Popeye the Sailor 1933

Referencias:

[1] Javier Coma y Román Gubern, Los comics en Hollywood, una mitología del siglo, Plaza y Janés,1988, pág. 76.

[2] También la palabra se identifica con un instrumento de viento con el que se tocan esas danzas, y con un tipo de pieza musical clásica.

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