Arde París - Maurice Jarre - Tadlow - the Movie Scores
Arde París - Maurice Jarre - Tadlow - the Movie Scores

¿Arde París?, le preguntaba constantemente el Alto Mando Alemán al General Von Choltitz. El führer quería arrasar la «Ciudad Luz» antes que verla caer en manos aliadas. La epopeya de la liberación de París fue llevada al cine en 1966 y las marchas y valses afrancesados de Maurice Jarre ambientaron musicalmente la cinta. El sello Tadlow lanzó en 2016 una versión extendida con música inédita del viejo CD de Varese Sarabande. 

CD REVIEW

IS PARIS BURNING? (1966)

¿Arde París?

Música compuesta por Maurice Jarre

Tadlow Music TADLOW023 (2016)

por Frederic Torres

Is Paris Burning – «The Paris Waltz» – music by Maurice Jarre

La adaptación fílmica de la crónica de la liberación de París del yugo nazi durante la Segunda Guerra Mundial, escrita por la pareja Dominique Lapierre y Larry Collins (cuya colaboración daría lugar a unas cuantas obras más de estilo similar y gran éxito como “Oh, Jerusalén”, “Esta noche la libertad” y “El quinto jinete”) se llevó a cabo en 1966 en forma de gran fresco colectivo y disponiendo de un generoso metraje en régimen de coproducción con Hollywood.

 

Contó, además, con un gran elenco de estrellas norteamericanas y francesas, así como algunas europeas, como ya dejó escrito Gorka Cornejo en scoremagacine.com a propósito de la reedición de la versión original de la grabación a cargo del sello DRG en 2008 (la anterior de Varèse, de 1989, era ya inencontrable), además del joven cineasta Francis Ford Coppola que firmó el guión al alimón con el escritor Gore Vidal en una adaptación que dirigiría Réné Clement, un director a medio camino entre las ínfulas autorales y las comerciales.

Arde París - Maurice Jarre - Tadlow - the Movie Scores

Clement tenía en su haber trabajos como Juegos prohibidos y A pleno sol, basada en la novela de Patricia Highsmith, quien consiguió impregnar su trabajo del fidedigno tono documental que caracterizaba el ensayo novelizado que era el libro y que durante tantos años fue la marca autoral de esta pareja de escritores.

 

El film, rodado en blanco y negro para conseguir el efecto de un mayor realismo, planteaba en el interrogante que remataba su título la incertidumbre y las expectativas de los habitantes de la conocida como “Ciudad de la Luz” ante la inminente llegada de las tropas lideradas por los norteamericanos.

 

A la espera del previsible comportamiento de los ocupantes, bajo el mando del general von Choltitz, los miembros de la Resistencia trataban de paralizar (en la medida de sus posibilidades) los puntos neurálgicos del mando nazi a fin de salvar de la destrucción la ciudad y a sus residentes (aunque estos últimos le importaran poco al militar, pues nunca dudó a la hora de tomar represalias contra la población), encontrándose con su inesperado apoyo consecuencia de una elitista y refinada cultura que le llevó a anteponer esa “especial sensibilidad” a las tajantes órdenes provenientes del Fürher.

La presente regrabación llegó en 2016 de la mano, una vez más, de James Fitzpatrick y su sello Tadlow Music, con la habitual The City of Prague Philharmonic Orchestra bajo la batuta del experimentado Nic Raine, y viene a ser una muestra más de la infatigable labor de todos ellos, ofreciendo como novedad la exposición de la partitura de Maurice Jarre en sucesión cronológica y en la disposición fílmica original, tal como ya se llevara a cabo hace unos años con la regrabación de El león del desierto, conformada asimismo en su distribución comercial original en forma de suites.

 

Ese es el principal reclamo de Fitzpatrick, quien ha sabido atraerse al aficionado gracias a estas minuciosas recuperaciones, a las que como es el caso aporta un gran número de fragmentos inéditos dejados de lado por Jarre para la edición discográfica en vinilo lanzada al mercado en su momento (y reeditada en formato digital, como ha quedado dicho), versión que no obstante también está presente en este impecable doble compacto (vuelta a grabar, por supuesto) para que el aficionado pueda conjugar y valorar ambos conceptos, el purista y el comercial.

 

Incluso se añaden dos pistas a este facsímil de la edición primigenia con el tema central, el alegre y pegadizo vals dedicado a la ciudad y sus habitantes, en versión cantada (con letra en francés de Maurice Vidalin), al modo en que se hiciera con el single analógico de los sesenta (formato menor de vinilo que como máximo incluía dos canciones o temas orquestales), solo que en esta ocasión es Mélinda Million la vocalista a quien acompaña (como si de la cara B de aquel single se tratara), una versión coral.

Arde Paris
Arde Paris

Este desarrollo permite calibrar mejor la decisión (un tanto megalómana) del compositor de emplear nada menos que doce pianos en determinados momentos de la partitura con los que reforzar la percusión (timbales, caja y platillos) con que se asocia el tema dedicado al bando alemán, algo que ya queda patente en fragmentos como “Paramount Seal/Rastenburg/Hitler”, previo a los créditos iniciales (también inéditos en las suites originales), o en los sucesivos “Seven Minutes Late/ Café des Vosges”, “Plans for the Destruction of Paris”, asimismo ausentes de la versión analógica.

 

Ello convoca la sensación de un mayor sustrato amenazante en la narración musical, de menor presencia en el disco anterior que se apoyaba sobre todo en el resto de temas dedicados a la Resistencia, al general Leclerc (una marcha triunfal para el que fuera el representante del reconstruido ejército francés) y, especialmente, en el vitalista vals citado que Jarre compuso para ser interpretado con el acordeón.

Arde Paris

La partitura, nominada al Globo de Oro (pero ausente sorprendentemente de los Oscar), fue concebida en un momento dulce para el compositor, que venía de ganar dos premios de la Academia de Hollywood por sus trabajos con David Lean (Lawrence de Arabia y Doctor Zhivago), habiendo participado ya en otro fresco bélico como fue El día más largo, sobre el desembarco de Normandía, de intenciones y formas similares al film de Clement (protagonismo coral, narración caleidoscópica enmarcada en un gran acontecimiento histórico, formato de crónica ficcionalizada, empleo del blanco y negro con fines realistas, etc.).

 

Y si bien a Jarre se le recriminó (de un modo un tanto reduccionista) por acentuar en sus trabajos las marchas y valses (algo de lo que también se señalaría a John Williams en los inicios de los ochenta, tras encadenar una serie de espectaculares oberturas-marchas para films de gran impacto popular), cabe reconocer que parte de razón hay en esas críticas puesto que en cierta cantidad apreciable de su obra se pueden encontrar esos reconocibles formatos tan del gusto popular como columna vertebral de sus partituras, pero que el compositor francés supo manejar de un modo tan personal como efectivo.

Maurice Jarre - compositor - banda sonora - the Movie Scores
El compositor Maurice Jarre

Grabación de la Obertura de Arde Paris por la City of Prague 

Grabación del tema «Paris en colere» por la City of Prague 

El mejor ejemplo es el inolvidable vals impregnado de luminosidad, representante de la “joie de vivre” que la capital francesa siempre ha ostentado como estandarte (y por la que ha sido víctima de la salvaje violencia extremista), perfecto acompañante de la lógica y desbordante celebración implícita en su contagiosa melodía triunfante del enfrentamiento entre las marchas dedicadas a los nazis y a la Resistencia.

 

La interpretación efectuada por Raine y la City of Prague es enormemente respetuosa con la original, cuyas identificables e intrincadas orquestaciones están perfectamente registradas con la calidad habitual (24 bits/96 kHz) que caracteriza al sello Tadlow y sus cuidados proyectos, siempre ofreciendo el máximo contenido (ninguna edición deja de disponer de sus dos compactos) en relación al precio del producto.

Arde Paris

Para aprovechar ese recorrido por la Segunda Guerra Mundial, el segundo disco se completa con suites y selecciones de otros trabajos realizados durante esa misma década por el compositor como Weekend à Zuydcote, de Henri Verneuil, film francés no estrenado por estos lares, protagonizado por Jean-Paul Belmondo y Catherine Spaak.

 

El título internacional de este film fue Weekend at Dunkirk, del que se incluye una pequeña suite precisamente conformada por un vals para su tema principal, dedicado a Julien Maillat, el sargento protagonista que espera la evacuación británica junto a sus hombres en aquella población del norte francés, y por una marcha de tintes más bien “optimistas”, transformando aquella evacuación en una batalla perdida, pero ni mucho menos en el final de la contienda.

Arde Paris
Arde Paris
Arde Paris
Arde Paris
Arde Paris

Del mismo año, 1964, es El tren, el film de John Frankenheimer protagonizado por Burt Lancaster, Paul Scofield, Jeanne Moreau y Michel Simon, del que se seleccionan cinco cortes, entre ellos el dedicado a “The Intrepid Mr. Labiche (Main Titles)”, el personaje de Lancaster, que con la ayuda de un grupo de la Resistencia francesa trata de sabotear el tren que transporta las obras de arte saqueadas por los nazis del Louvre francés.

 

Una vez más, el tema principal es una marcha, como también lo es la dedicada a “Papa Boule”, el personaje interpretado por el veterano Simon. Los otros temas incidentales, “The Train”, “The Hub”, y sobre todo, el triste “Denouement”, se caracterizan por el empleo de la percusión y el acordeón (nuevamente es territorio francés el teatro de operaciones), de un modo poco novedoso pero tremendamente funcional e impactante.

 

Adjetivos que también se pueden otorgar a La noche de los generales, con Peter O´Toole y Omar Shariff, acerca de la intrincada investigación en plena conflagración bélica que implica a un alto mando del ejército alemán, el Teniente General Tanz (O´Toole), quien en realidad es un psicópata asesino en serie que trata de pasar desapercibido entre el fragor de la guerra y su pertenencia a la élite militar.

Arde Paris

Una vez más, Jarre recurre a los formatos del vals y de la marcha para asignar los leiv-motiv del siniestro Tanz, impecable militar al que el compositor dedica una bombástica marcha que combina con eficaz sabiduría con el otro aspecto psicótico de su personalidad y del que los inéditos “Main Titles” (con piano, xilófono, timbales, caja, etc.), son un buen exponente (a pesar de disponer de su propia edición, en ella no figuraban los créditos que ahora se nos regalan).

 

Como todavía lo es más aún el fragmento “Lieutenant General Tanz/On the Terrace at Versailles”, en el que se suceden las esquizofrénicas personalidades del protagonista. Otro vals, “Love Theme”, ejecutado inicialmente con un bello solo de piano sobre fondo de cuerda queda dedicado al personaje de Shariff, y otra “March” final concluye la selección.

Arde Paris
Arde Paris
CD versión original de Varese Sarabande

Un contenido que redondea la presencia un tanto anecdótica de la brutal marcha (y van…) concebida para los créditos de La caída de los dioses, el decadente film de Luchino Visconti que describía la influencia y responsabilidad de la oligarquía financiera en el nacimiento del nacional-socialismo.

 

La citada versión facsímil con que Jarre concibiera la edición discográfica de ¿Arde París? cierra este doble disco convertido en material imprescindible para un aficionado que debe superar el purismo integrista ante las respetuosas e impecables (en sonido y definición) reconstrucciones comandadas por Fitzpatrick, del mismo modo que debe agradecer el indudable amor de este emprendedor por la música de cine.

Arde Paris

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