Space opera es un subgénero de la ciencia ficción que incluye aventuras futuristas, romances y acción, con el espacio como telón de fondo. The Last Starfighter fue una de las tantas space operas que poblaron el universo cinematográfico de la década del ochenta. Su banda sonora fue pensada para exacerbar el heroísmo y la épica del film, aprovechando la línea iniciada por John Williams en Star Wars, pero su autor, Craig Safan, intentó no caer en el estereotipo e insertó inteligentemente elementos de la música electrónica.
THE LAST STARFIGHTER (1984)
Starfighter: La aventura comienza / El último guerrero espacial
Craig Safan: Una space opera ochentera
por Eduardo J. Manola
The Last Starfighter – «Main Title» – music by Craig Safan
No creo que exista ya quien pueda dudar que la banda sonora de Star Wars supuso una bisagra en la concepción de la música de cine a finales de los años setenta. John Williams volvió a las fuentes del sinfonismo clásico de la época dorada del Hollywood de los treinta y cuarenta, y rescató el leitmotiv wagneriano, tal y como lo habían hecho aquellos máximos exponentes musicales del tardorromanticismo cinematográfico de aquel periodo: Steiner, Korngold, Waxman, Newman, Rozsa, Tiomkin.
Ese renacimiento del sinfonismo y la gran orquesta, que se había visto relegada en los sesenta con el advenimiento de formaciones más austeras de la mano del jazz y el pop, tuvieron en Williams un modelo que fue seguido por los compositores convocados a musicalizar películas que tuvieran el espacio sideral o la fantasía heroica en el centro de sus relatos. Lo que en los sesenta tendió a musicalizarse con la electrónica o el jazz, en los ochenta se nutrió de orquestaciones sinfónicas e instrumentación clásica.
Una de las bandas sonoras que partió de esa premisa fue The Last Starfighter (Esp. Starfighter: La aventura comienza / Arg. El último guerrero espacial, 1984), para la que el compositor americano Craig Safan se inspiró tanto en Star Wars como en algunos compositores de la música clásica.
The Last Starfighter – «Target Practice» – music by Craig Safan
Dirigida por Nick Castle, amigo de Safan desde que colaboraran juntos en TAG: El juego asesino en 1982 —volverían a trabajar en Major Payne (1982), Mr. Wrong (1996), El cielo no puede esperar (2001) y el telefilm Salvad la Navidad (2001)―, la cinta contaba la historia de Alex Rogan (Lance Guest), un adolescente que vive en un parking de caravanas que, días después de romper el record histórico de un videojuego arcade llamado Starfighter, es contactado por Centauri (Robert Preston), el «inventor del juego».
En seguida, Alex es literalmente secuestrado por Centauri y transportado al espacio exterior para ser reclutado por una fuerza de defensa alienígena llamada Liga Estelar. El videogame Starfighter era en realidad una forma oculta de entrenar y encontrar en toda la galaxia a los mejores futuros pilotos para comandar sus naves de combate en una guerra interestelar contra la amenaza del malvado Xur y la Armada Ko-Dan.
Tha Last Starfighter fue un gran éxito comercial en 1984, y fue de las primeras películas que utilizó efectos de CGI para crear las naves y escenas de batalla espacial, aunque visionada en la actualidad, esos efectos no solo parezcan rudimentarios sino, por momentos, ineficaces y burdos.
The Last Starfighter – «Alex First Test» – music by Craig Safan
La que sí se ha mantenido incólume al paso de los años, es la excelente banda sonora de Craig Safan, al que Castle le pidió escribiera la partitura como si de una «ópera espacial» se tratara, bien en la línea de John Williams y La guerra de las galaxias.
Dada su relación con Castle, la elección de Safan no era ilógica, pero no dejaba de ser un riesgo, pues el compositor venía principalmente de la televisión (era conocido por componer la música incidental de los 270 episodios de la exitosa serie Cheers, y completar al piano el tema de sintonía compuesto por Judy Hart-Angelo). Además, Safan tenía un perfil más ligado a la electrónica que al sinfonismo clásico.
Universal Studios y la productora Lorimar querían una banda sonora que trascendiera las de la época, y a pesar de algunas reservas, cedieron a la voluntad de Castle y contrataron a Safan junto con un director musical que supervisara la concesión de licencias de canciones que proyectaban incluir en la película para explotar la veta comercial del álbum que editarían. Además, le ofrecieron cinco días para grabar la partitura poniendo a su disposición una orquesta tan grande como necesitara para lograr el sonido adecuado.
Para Safan, por supuesto, era una oportunidad única en su vida, y la aprovechó con entusiasmo: «Recuerdo la composición de The Last Starfighter como uno de los mejores momentos de mi carrera cinematográfica. Fue una experiencia totalmente satisfactoria, desde mi relación con el director Nick Castle hasta la del productor Gary Adelson, el guionista Jonathan Betuel y el supervisor musical David Franco. También pasé cinco días enteros con una enorme orquesta formada por muchos de los mejores músicos de Los Ángeles o de cualquier otro lugar.»[1]
Los productores pretendían que la música se inspirara en Gustav Holst y John Williams, pero Safan, sin rechazar del todo esta idea, quería producir el sonido de la ópera espacial sin caer en una barata imitación de Star Wars. Su idea era que todo debía girar en torno a melodías fuertes, recurso que en aquella época cedía habitualmente en favor de sonidos experimentales, electrónicos, u orquestales muy sobrecargados.
«El encargo era simple: crear una gran space opera al estilo Holst, Hanson o Williams usando una gran orquesta. Mi objetivo personal era un poco diferente: lograr todo lo anterior, pero también que fuera una partitura original y no una simple copia. Intenté cumplir esta difícil tarea a varios niveles. Decidí que la melodía lo era todo… sin ella, la partitura sería un batiburrillo. Compuse un tema principal que podía interpretarse de forma heroica, como en el «Título principal», lenta y soñadora, como en «Alex Dreams», o anhelante, como en «Into the Starscape»».
«Se utiliza para todo, desde una marcha hasta un tema de amor, lo que me permite mantener la partitura centrada en una melodía principal, en lugar de un tema diferente para cada emoción. Los demás temas parecen volar alrededor de esta melodía principal. En lugar de inspirarme en “Los Planetas” de Holst, me inspiré en la sensibilidad de Sibelius (su uso de las trompas es simplemente asombroso). Creo que esto me llevó a un sonido más intrincado y orgánico, no tan contundente como el de Holst, pero con más profundidad sonora y mucho más corazón».[2]
The Last Starfighter – «Alex Dreams» – music by Craig Safan
De esta manera, Safan compuso una partitura orquestal en toda regla, que incluye maderas cuádruples, seis trompetas y seis trombones, con un tema principal basado en una gloriosa fanfarria espacial al estilo Star Wars pero con alma propia: una melodía versátil y adaptable que le permitió introducirla en los pasajes heroicos, acompañando las aventuras de Alex, pero también en las visiones de ensueño y en las escenas románticas, nostálgicas o solemnes.
La melodía reaparece a lo largo de la partitura: lenta y reflexiva en las cálidas trompas de «Alex Dreams»; épica en los metales estridentes de «Big Victory March/Alex Returns»; melancólica en el primer tramo de la concluyente «Into the Starscape». Pero Safan no reniega tampoco de utilizar tonos electrónicos modernos para acoplarlos en los pasajes de pura acción.
The Last Starfighter – «Big Victory March / Alex Returns» – music by Craig Safan
«También integré sintetizadores en la partitura», contaba Safan. «El tema de Centauri se toca con un EWI (instrumento eléctrico de viento de madera) y suena a medio camino entre un clarinete y el canto de un encantador de serpientes. También utilicé una parte de sintetizador «secuenciado» en «Death Star», que creaba un gran impulso hacia delante puntuado por la orquesta al completo».
«A veces quería que la orquesta sonara como un gran órgano, utilizando cuádruples maderas en lugar de las habituales dobles o triples. Esto da a la partitura una profundidad y un color maravillosos, sobre todo en momentos como «Rylos». Siempre intenté llegar al corazón anhelante de la pieza, la historia de un joven que desea ser un héroe pero quiere su hogar y a la persona que ama cerca de él. Por eso jugué constantemente con este dilema, a menudo por encima de la acción.»[3]
El tema principal de The Last Starfighter se ha posicionado como un ejemplo de tema heroico y noble, de los mejores que ha dado la música de cine, espléndidamente orquestado por Alf Clausen (creador de la inolvidable música y tema principal de la serie Alf) y por el propio Safan, instrumentado con estridentes metales, una sección de viento de madera sobredimensionada, y una percusión militarista como base.
The Last Starfighter – «Rylos» – music by Craig Safan
La banda sonora se ha editado tres veces en CD. El sello californiano Southern Cross editó el primer álbum en 1987 que se agotó en cinco años, y hoy día es una pieza de coleccionista muy buscada y cotizada en varios cientos de dólares. Era de escasa duración, pero incluía dos de las cuatro canciones pop que había escrito Safan junto a Mark Mueller, interpretadas por Clif Magness, “Incommunicado” y “Never Crossed my Mind”.
En 1995, Intrada Records publicó un álbum con el doble de temas de la partitura y sin las canciones, que quedó rápidamente descatalogado y también comenzó a cotizarse en alza. En 2015, Intrada relanzó el álbum con más material y remasterizado a partir de mejores fuentes multipista, con una calidad de sonido que justifica su incorporación a cualquier colección.
Craig Safan ha consolidado su carrera con bandas sonoras magníficas, como la de Remo Williams: The Adventure Begins o Son of the Morning Star, e interesantes experimentos electrónicos como A Nightmare on Elm Street 4: The Dream Master. Sin embargo, siempre será recordado por su trabajo para The Last Starfighter, que él mismo considera su partitura más querida.
The Last Starfighter – «Death Blossom / Ultimate Weapon» – music by Craig Safan
«Suelo pensar que las ideas musicales que uno obtiene de la lectura de un guión son engañosas», dijo Safan. «Uno responde a la concepción que el guionista tiene de la película y no a lo que realmente aparecerá en la pantalla. Eso puede ser peligroso, ya que un compositor de cine debe responder musicalmente a lo que es, no a lo que podría ser».
«Sin embargo, cuando leí el guión de The Last Starfighter, me sorprendieron las fuertes emociones que sentí, especialmente hacia el final, cuando Alex se lleva a Maggie al espacio con él («Into the Starscape»). Esta respuesta emocional inicial no disminuyó al ver el metraje real, sino que aumentó y siguió creciendo cuando empecé a componer mis temas. Sentí que mi trabajo tendría éxito si conseguía captar no sólo el anhelo de Alex de vivir más aventuras, sino también su conexión inusualmente profunda con Maggie ».
«Así que, desde que leí el guión, el reto consistió en componer una música que no sólo fuera una emocionante space opera, sino que también fuera realmente sentida. Espero que al escuchar la música de The Last Starfighter uno sienta la emoción y el entusiasmo que yo experimenté mientras trabajaba en la película». [4]
«Siempre recordaré The Last Starfighter como uno de esos raros momentos especiales en la vida de un compositor de cine, cuando todo encaja a la perfección».[5]
The Last Starfighter – «Into the Starscape» – music by Craig Safan
