

El Zorro: William Lava y la enfermera de Walt Disney (1957 - 1959)
por Eduardo J. Manola
Zorro theme song – Music by Norman Foster & George Bruns
“En su corcel, cuando sale la luna…aparece el bravo Zorro”, así comenzaba cada episodio de una de las series más exitosas y populares de la historia de la televisión, surgida del indiscutible olfato de Walt Disney, que tardó casi una década en llevar a la pantalla chica las aventuras de Zorro, el justiciero de capa y espada nacido de la imaginación de Johnston McCulley, un periodista, escritor y guionista, oriundo de Ottawa, Illinois, Estados Unidos, que comenzó su carrera como reportero policial en el periódico de prensa amarilla The Police Gazette.
Como gran aficionado a la temática histórica, McCulley rápidamente empezó a escribir historietas de época, con frecuencia ambientadas en la Alta California. Así, en 1919, escribe “La maldición de Capistrano” (The Curse of Capistrano), un cuento de aventuras en el que aparece, por primera vez, el personaje de Zorro, y que la revista pulp All-Story Weekly le publica ese mismo año.
Inspirado claramente en la figura de Robin Hood, El Zorro fue un verdadero pionero de la narrativa de los héroes enmascarados, con doble personalidad, que hacen justicia por mano propia especialmente por la noche. ¿Alguna similitud con el rico propietario de una mansión con cueva incluida, que se calzaba un disfraz de murciélago para combatir el delito?
Pues nada es tan original como parece, y todo relato y personaje tiene sus fuentes de las que beber. De todas formas, el cuento de McCulley obtuvo, al inicio, una relativa aceptación entre los lectores, pero captó enseguida el interés de una rama del arte que se encontraba en su génesis y ávida de historias que contar: el cine.


En 1920, el popular e histriónico Douglas Fairbanks, estrella absoluta del cine mudo, se ajustó el antifaz y llenó la pantalla de cabriolas y saltos de trapecista en La marca del Zorro (The Mark of Zorro, Fred Niblo), generando un renovado interés del público por el personaje, que terminó apareciendo en más de 60 cuentos, comics y libros, que se calcula tuvieron más de 500 millones de lectores.
La historia original de McCulley fue traducida a 26 idiomas y leída en todo el mundo. Fairbanks repetiría el papel en 1925 en Don Q, hijo del Zorro (Don Q Son of Zorro, Donald Crisp) junto a Mary Astor, y en 1940, nada menos que Tyrone Power encarnó al enmascarado en la excelente cinta de Rouben Mamoulian El signo del Zorro (The Mark of Zorro), contando con un villano de excepción en Basil Rathbone y uno de los duelos de esgrima más famosos y extraordinarios del cine de aventuras, además de la banda sonora extraordinaria (e insólitamente nunca editada) del maestro Alfred Newman.
The Mark of Zorro – Suite – music by Alfred Newman (versión no original – Roy Budd & London Symphony Orchestra)



La película rompió la taquilla y popularizó aún más al personaje, haciendo que varios estudios de Hollywood se interesaran en adquirir los derechos para filmar nuevas versiones. McCulley no cabía en su cuerpo y decidió hacer valer su obra contratando a Mitchell Gertz, un hábil y prestigioso agente para negociar con cuanta productora se le acercaba, y exigía no solo buen dinero sino también niveles de excelencia en las producciones que los estudios no podían aceptar.
EN SU CORCEL, APARECE EL BRAVO…..DISNEY
El único que consiguió satisfacer las pretensiones del escritor fue Walt Disney, que ideó un acuerdo tan audaz como inédito. Le propuso a McCulley sublicenciar los derechos de su historia para rodar una serie de televisión en episodios y, con el dinero que se obtuviera del programa, crearía un parque de diversiones con cuyas ganancias le pagaría a McCulley y Gertz.
Así, formó un fondo de inversión llamado WED Enterprises y en 1953 fundó Zorro Productions, una subsidiaria de la Walt Disney Incorporated, con la que inició la preproducción de la serie, empezando con los excelentes decorados coloniales[1] que mandó construir con los fondos que aportaron los primeros inversores que logró captar.
Sin embargo, el aumento de los costos de producción hizo que varios de ellos retacearan el dinero hasta que Disney les presentara el material que estaba filmado o un piloto de la serie, lo que ofuscó a Walt pues consideraba inaceptable la exigencia y que la garantía del proyecto residía en su solo nombre, por lo que dirigió sus energías a la construcción de Disneyland y puso en stand by el proyecto de Zorro.



Un año después, la cadena de televisión ABC se mostró interesada en la serie, pero Disney estaba a pleno con el parque. Recién en 1957, cuando Disneyland se había convertido en un éxito, la necesidad de financiación llevó al bueno de Walt a reflotar el proyecto televisivo del Zorro, firmando un contrato con la ABC por el cual producirían la serie y con las ganancias se financiaría la ampliación del parque.
BUSCANDO AL SEÑOR ZORRO
Todo estaba listo y en condiciones, Disney ya tenía un guion y el dinero a disposición, pero faltaba el actor que le daría vida al justiciero enmascarado. La imagen de Tyrone Power como El Zorro se había instalado en la memoria colectiva, por lo cual la elección de una nueva cara para el personaje no fue fácil.
Dennis Weaver, Jack Kelly, Hugh O’Brian y David Janssen (que se haría famoso en 1963 como El fugitivo), entre otros, hicieron pruebas de casting, pero ninguno convencía a Disney, hasta que fue el turno de un actor de 33 años, prácticamente desconocido, que el 18 de abril de 1957 se presentó a la prueba y se quedó con el papel.
Guy Williams, nacido Armand Joseph Catalano en Nueva York en 1924, modelo publicitario, solo había conseguido pequeños papeles en producciones menores, y cuando lo contrataron para El Zorro ya había pensado en dejar la actuación.


El inolvidable Guy fue perfecto para el personaje, en su doble rol de Don Diego de la Vega y El Zorro, dotándolo de un encanto inusual, y su habilidad para la esgrima se veía elevada con un talante aventurero y socarrón que aún hoy es una delicia.
El entrenamiento para los duelos de espadas fue intensivo, tanto para Williams como para el resto del reparto, y estaba a cargo de Fred Cavens, célebre entrenador de esgrima de Fairbanks y Tyrone Power. El Zorro significó el éxito para Guy Williams, y también le reportó un salario semanal de 2.500 dólares, más extras por apariciones especiales y regalías por merchandising, además de lanzarlo a la popularidad y asegurarle el cariño eterno de varias generaciones de niños de todo el mundo.
Al adecuado fichaje de Williams, se sumó un elenco maravilloso, con Gene Sheldon, un experimentado actor de radioteatro, vaudeville y Broadway, y también mimo, como Bernardo, el fiel criado mudo[2] de Don Diego; Wimberly Calvin Goodman, conocido como Henry Calvin, fue el bonachón y entrañable Sargento Demetrio López García, al que acompañaba Don Diamond como el inseparable y rezongón cabo Reyes; George J. Lewis fue el padre de Diego, don Alejandro de la Vega, y Néstor Paiva encarnó al habitual cantinero.


Dos fueron los villanos más celebrados, el capitán Monasterio (Britt Lomond) y el Águila (Charles Korvin), seguidos de cerca por el malvado magistrado Galindo (Vinton Hayworth). Por los 78 episodios de las dos primeras temporadas, y los 4 de la tercera, se pasearon innumerables estrellas invitadas como César Romero, Richard Anderson, Anthony Caruso, Patricia Medina, Gloria Talbott, Jolene Brand, Tony Russel, Rita Moreno, Gilbert Roland, Ricardo Montalban, Ted de Corsia, Sebastian Cabot, Whit Bissell, Robert Vaughn, Neil Hamilton, John Dehner, John Hoyt, Ross Martin, Lee Van Cleef, Jack Elam, entre muchos otros.


UN TORNADO PARA EL ZORRO
Mención aparte merece uno de los personajes más peculiares, Tornado, que era interpretado por el caballo de carreras de color negro azabache Diamond Decorator, comprado específicamente para la serie por Disney, cuando lo vio en una exhibición en el Cow Palace de San Francisco.
El equino, que en la década del cincuenta había competido en el torneo Grand Nationals Medal Class y obtenido catorce victorias consecutivas antes de dedicarse a la televisión, era un actor consumado que respondía perfectamente a las instrucciones de sus entrenadores, como el legendario Corky Randall, y contó con sus propios dobles: Midnight, Rex y Ribbon, que prestaban sus particulares talentos en distintas escenas, y eran teñidos con productos Clairol para minimizar las diferencias de tonalidad de sus pelajes.

El Zorro montaba también a Fantasma, un caballo blanco que era en realidad King, un árabe pura sangre utilizado en la serie en primera instancia como el caballo del capitán Monasterio y que participó luego en muchas películas y series, a diferencia de Diamond Decorator que, al cancelarse El Zorro, fue llevado por Disney a su rancho Golden Oak en California y no volvió a aparecer nunca más en el cine ni en la televisión, recompensado por su dueño con una larga y tranquila vida, durante la que fue habitualmente visitado por quien se consideraba su amigo: Guy Williams.

MÚSICA PARA UN ANTIFAZ
La famosa y popular canción que se escuchaba en los títulos iniciales de Zorro, que ya forma parte de las leyendas musicales que ha dado la televisión, fue compuesta por George Bruns (música) y Norman Foster (letra).
Este último fue un prolífico aunque no muy conocido director, actor y guionista norteamericano, con más de cincuenta películas tras las cámaras, que dirigió 14 episodios de la serie y escribió el guion de 6. Disney promocionó la nueva serie de Zorro aprovechando la enorme popularidad y audiencia que tenía en aquel momento su antológico programa de televisión Disneylandia, y el 11 de septiembre de 1957, en el episodio llamado The Fourth Anniversary Show, el público pudo ver por primera vez a Guy Williams como El Zorro, lo que provocó un tremendo interés antes de que la serie saliera al aire el 10 de octubre de 1957.
Esa fue también la primera vez que se escuchó la canción de El Zorro, que se convirtió, a partir del debut de la serie, en un verdadero boom comercial. Los niños y la gente la canturreaban por todos lados y, a los pocos días, apareció en el mercado la primera de las muchas grabaciones del tema.
La canción original tenía como intérprete a un cuarteto de playback singers formado por Thurl Ravenscroft, Bill Lee, Bob Stevens y Max Smith. Ravenscroft fue un cantante y actor de doblaje americano de voz profunda, que durante 53 años fue la voz de Tony el tigre en más de 500 comerciales de televisión de Zucaritas de Kellog’s, y participó en decenas de películas animadas de Walt Disney Pictures, como también lo hizo Bill Lee. Si bien se podría pensar que esta versión debería haber sido la primera en editarse, lo cierto es que fue la que cantó el mismísimo Henry “Sargento García” Calvin la que tuvo ese honor.
Zorro’s Theme Song – perf. by Henry Calvin

Le siguieron muchas otras versiones, pero la más popular fue la del cuarteto femenino The Chordettes, que se situó rápidamente en el Top 20. En total, se vendieron más de 1.000.000 de copias del tema durante los dos años que duró la serie.

La música incidental orquestada que se escucha en los episodios de El Zorro tuvo un papel yo diría que fundamental a la hora de apoyar las situaciones de las historias y, además, se ha convertido, con el paso de los años, en una referencia musical nostálgica para todos los que crecimos con esta serie entrañable. Fue escrita por William Lava, un experimentado compositor estadounidense que sería, por varios años, el musicalizador de los cartoons Looney Tunes y Merrie Melodies de la Warner Bros., en reemplazo del fallecido Milt Franklyn.
Lava compuso una partitura con reminiscencias españolas, adecuada para la ambientación californiana de la historia, y utilizó de mil maneras la melodía de la canción de Foster/Bruns como leitmotiv aventurero del Zorro, escribiendo, además, un tema específico para cada uno de los personajes principales. Así, el Sargento García tenía su tema musical y también Bernardo, lo que dotaba de una especial coloratura sus intervenciones, llenas de humor, identificando a los personajes y provocando la inmediata sonrisa cómplice del público.



Dos de los episodios contaron con música de Buddy Baker, habitual compositor de la factoría Disney y autor de las bandas sonoras de The Fox and the Hound (1981), Napoleón y Samantha (1972) y los cortos de Winnie the Pooh, entre muchísimas otras.
Bernardo’s Theme – music by William Lava


Zorro’s Ending Title – music by William Lava

OTRAS CANCIONES Y CURIOSIDADES
Guy Williams aprobó sin apuros su entrenamiento en esgrima, pero padeció a la hora de intentar entonar alguna canción que se le requirió cuando Don Diego debía dar alguna serenata a las lovely señoritas de la serie.
No sabía cantar ni tocar la guitarra, así que se le asignó al instructor Vicente Gómez para impartirle lecciones de ese instrumento, pero fue inútil. En las canciones el bueno de Guy fue doblado por Bill Lee, uno de los cuatro cantantes del tema del Zorro.
El que sí tenía habilidades musicales era Gene Sheldon, gracias a su experiencia en el vaudeville.
Tocaba muy bien el banjo y había desarrollado una rutina en sus años teatrales, que fue aprovechada en un episodio de la antológica serie Disneylandia. En algún capítulo del Zorro se puede ver a Bernardo tocando la guitarra española.
Por su parte, Henry Calvin, era cantante lírico y tenía una excelente voz de barítono que había utilizado desde su infancia en el coro de la First Baptist Church de su Dallas natal y paseado por Broadway en la obra Kismet. En diversos episodios de El Zorro, el Sargento García demuestra su talento interpretando canciones que ya forman parte de la nostalgia televisiva, como “Soldier’s Sweetheart”, “Here’s to a Soldier of the King”, y “Because I Think So”, aquella que, en la versión latina, comenzaba con “…soy comandante de este pueblo…” Inolvidable.
La canción «Because I Think So» en idioma castellano latino neutro
La canción «Because I Think So» en versión original en inglés
UNA ENFERMERA MUY ESPECIAL
De todas las historias que rodean la producción de El Zorro, la más increíble es la de la persona que creó las canciones más entrañables de la serie. Les cuento.
En abril de 1940, Hazel Gil George, fue contratada como enfermera del Estudio de los hermanos Disney, pero pronto hubo de atender casi con exclusividad a Walt, por una seria lesión que había sufrido en el cuello jugando al polo en 1938 y que le ocasionaba terribles dolores. Al terminar sus tareas en los Estudios, Hazel visitaba a Walt y lo trataba con sesiones diarias de masajes, mientras se iba ganando su confianza y admiración hasta llegar a convertirse en su confidente y amiga.
Tanto fue así que Walt, que amaba conversar con ella porque jamás se dejaba intimidar por él y le decía siempre lo que pensaba, compartía sus dudas y anhelos, y hasta sus ideas artísticas y sus preocupaciones por la suerte del Estudio: “Cuando muera, no quisiera asomarme para ver cómo siguen las cosas por aquí abajo y ver el estudio convertido en un caos», le confesó un día Walt. Hazel, de 37 años, viuda y con una hija a su cargo, no simpatizaba con el sentimiento de la autocompasión: “¿Qué le hace pensar que no necesitará un periscopio si quiere echar una ojeada?», le contestó la enfermera, sin filtro ni anestesia.
A partir de allí, Hazel tuvo la atención del gran Walt Disney, lo aconsejaba con honestidad desde su muy personal punto de vista, y llegó a tener poder dentro de los Estudios.



Pero además de su función profesional, Hazel George tenía talento artístico, y Disney no lo dejó escapar. En 1955, cuando lanzó El club de Mickey Mouse, Walt le pidió que ayudara a escribir algunas de las canciones que poblaron el famoso ciclo infantil. Bajo el seudónimo de Gil George, Hazel llegó a co-escribir más de 90 canciones para los Estudios Disney, la gran mayoría en colaboración con los músicos profesionales Paul Smith, George Bruns y Jimmie Dodd, y en solitario por ejemplo en “Light in the Forest”, la canción de la película Fulgor en la espesura (1958), “Perri” y “Together Time” del film Perri (1957), y el tema instrumental “Polyana’s Song” de la película Polyana (1960), aunque no se la acreditó por ello.
Para El Zorro, Hazel George participó en la letra y música de varias de las canciones más recordadas, como las ya mencionadas “Soldier’s Sweetheart”, “Here’s to a Soldier of the King”, y “Because I Think So”, también en “Elena” y “Sergeant Garcia’s Theme”, ambas interpretadas por Guy Williams doblado por Bill Lee, y la pegadiza “Tamales”, cantada por Barbara Luna, Henry Calvin y Don Diamond.
EPÍLOGO
En los sesenta, luego de Polyana, Hazel George dejó de escribir canciones y se dedicó a tiempo completo a tratar a Walt Disney hasta su prematura muerte en 1966. Murió en 1996 en Burbank, a los 92 años. A menudo, la visitaban la hija de Disney, Diane, y Michael Jackson, quien le regalaba discos de música clásica.
William Lava dejó los Estudios Disney a mediados de los sesenta y pasó, como vimos, a trabajar por las series animadas de Warner y De Patie, y se ganó un lugar en la televisión con la música de series como La ley del revólver (Gunsmoke), The Dakotas y Cheyenne, cuyo tema principal también cantó.



El Zorro es, sin lugar a dudas, un pedazo de nuestra vida, y su música, tanto la instrumental de William Lava, como las canciones de Norman Foster/George Bruns y las inolvidables de Hazel George, han quedado grabadas a fuego en la memoria de todos aquellos que tuvimos la suerte de crecer con las aventuras del justiciero enmascarado y sus compañeros, de la mano de la fábrica de sueños que fue Disney.
Y si alguno de ustedes, como yo, con antifaz, sombrero y capa negra, montado en un palo de escoba llamado Tornado, cabalgó a la luz de la luna escapando del capitán Monasterio y sus secuaces, allá lejos y hace tiempo, seguramente entenderá lo que digo. Ah, y por favor, no me despierten, que la vida está llena de villanos mucho más reales y dañinos, y necesita, cada vez más, de la justicia ideal y aventurera de la espada de El Zorro.

Referencias
[1] Disney llegó a construir los decorados más costosos que se hubieran visto en un western, levantando varios edificios en el pueblo La Reina de Los Angeles, comisaría, taberna y la extraordinaria hacienda de los De la Vega, que se llevaron más de 100.000 dólares del presupuesto. Los interiores incluyeron réplicas de objetos originales de la época, el Los Angeles de 1820, cuando California estaba aún bajo el dominio español, con un costo de más de 60 mil dólares.
[2] Gene Sheldon se llamaba en realidad Eugene Hume y no era mudo. Había trabajado como locutor de radio a los 17 años en su Ohio natal.
¡Hola camaradas! ¿De casualidad saben si existen partituras del soundtrack?
¡Viva el zorro!
Hola. Mira, he buscado las partituras de William Lava durante décadas. Lo único que conseguí hace unos años fue un vinilo usado, destruido, que atesoro como si se tratara de un objeto sagrado (que lo es!!!). Pero no tiene la partitura, sino una selección de fragmentos directamente extraídos de la serie, con los diálogos en español latino. Una verdadera rareza. Aprovecho para invitarte a suscribirte a la web, por si ya no lo has hecho, para recibir nuestras newsletters los días viernes con las novedades que publicamos. Un abrazo y gracias por comentar.
Increíble! Es una verdadera lastima, tal vez no existan los tracks de audio sin los diálogos, cosa que no sería rara por el año de grabación. Sin embargo el relanzamiento de la serie por Dysney+ me hace dudar, capaz algo haya. Y las partituras tienen que estar por algún lado, aunque sea algunos bocetos.
Ya me suscribí! Muchas gracias por tu respuesta!
Saludos!
Sí es una lástima. Yo creo que la única chance de que se pudiera editar la banda sonora original es que a alguien se le ocurra regrabarla a nuevo, tomando los masters o las partituras que hubiere en algún archivo de los Estudios Disney. Algo como lo que han hecho con muchas BSO clásicas, como Ivanhoe por ejemplo (INTRADA). Lo increíble también es que no se haya editado nunca la extraordinaria banda sonora que Alfred Newman compuso para el Zorro de Tyrone Power, The Mark of Zorro. Pero bueno, así son las cosas. Abrazo y gracias por seguirnos y por suscribirte.
AQuí solo tengo esta del tema principal de la serie.
Gracias Aimé. De todas formas lo que El Montañés buscaba, creo, es alguna grabación de la partitura, cosa que, hasta donde sabemos, no existe. Ojalá algún sello discográfico tomara la decisión de grabar esa maravillosa música. Saludos y gracias por tu comentario y aporte.
Gracias por tu respuesta. Entendida la información. Ojalá, aun puede suceder ya que la serie no ha muerto y mantiene fuertes seguidores. Un abrazo. Hermosa página. Felicidades.
Sí, Aimé, ojalá así sea. Gracias por tus elogios. Te invito a que te suscribas a la página, por si no lo has hecho. Así recibirás nuestra newsletter semanal todos los viernes vía mail con las novedades que vayamos publicando. También te invito a que visites nuestro canal de Youtube por si no lo conoces. Es TheMovieScores y allí encontrarás muchos video montajes de películas con la música original editada para su mejor apreciación. Ojalá te guste y te interese. También te puedes suscribir al canal. Bueno, saludos y gracias nuevamente.