
Hans Zimmer
BIOGRAFIA
por Eduardo J. Manola
Frankfurt am Main, Alemania (en ese entonces Alemania Occidental) – 12 de septiembre de 1957
Hans Florian Zimmer, reconocido como uno de los más innovadores talentos musicales de Hollywood, apodado el “omnipresente” por un sector de la crítica por su constante presencia en la música de cine tanto como autor, productor o integrando el departamento musical de diferentes producciones, es uno de los compositores más prolíficos de la historia del cine, pionero en la integración de la música electrónica con el sinfonismo más tradicional y clásico, y alma mater de infinidad de bandas sonoras de otros compositores a los que apoya y apaña desde su estudio Media Ventures, hoy renombrado Remote Control.
Alemán de origen judío, hijo de Brigitte Weil, quien escapó como refugiada de la Alemania nazi en 1930 y vivió en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, y de Joachim Zimmer, fundador y dueño de una compañía textil, contó en una entrevista con la cadena de televisión ZDF en 2006: “Mi padre murió cuando yo era apenas un niño, y me refugié de alguna manera en la música y la música ha sido mi mejor amiga”.

De muy pequeño tomó clases de piano en su Frankfurt natal, y siendo adolescente se mudó a Londres donde comenzó a trabajar escribiendo jingles publicitarios para Air-Edel Associates, e inició una larga amistad y colaboración con quien sería su mentor por muchos años, Stanley Myers, músico y compositor británico de renombre que escribió la música de unas sesenta bandas sonoras, siendo su tema más célebre Cavatina, de la película El cazador / El francotirador (The Deer Hunter, Michael Cimino, 1978).
En 1982, Myers introdujo a Zimmer en el Departamento musical de una película del prestigioso realizador polaco Jerzy Skolimowski. Se trataba de Trabajo Clandestino (Moonlighting), protagonizada por un joven Jeremy Irons. Zimmer tuvo a su cargo la composición de algunos temas por su experiencia en la música electrónica. La banda sonora integral la escribió Myers.
En la misma forma participó en otras películas como Eureka (Nicolas Roeg, 1983) e Historia de O (II parte) (Histoire d’O: Chapitre 2, Éric Rochat, 1984), hasta que en 1984 se produjo la primera colaboración entre ambos, para otra cinta de Skolimowski, El éxito es la mejor venganza (Success is the Best Revenge), en la que Zimmer fue acreditado junto a Stanley Myers como compositor.


A lo largo de la década de los ochenta, la dupla autoral trabajaría con diversos directores, entre los que se destacan el mencionado Nicolas Roeg, con Insignificancia (Insignificance, 1985) y Stephen Frears, con Mi hermosa lavandería (My Beautiful Laundrette, 1985).
En este último caso, ambos figuran acreditados con el nombre común Ludus Tonalis. Juntos también colaborarían con el director griego de películas de clase B o dirigidas al naciente mercado del video Nico Mastorakis, como Los Zero Boys (The Zero Boys, 1986) y El viento (The Wind, 1986), y Zimmer debutaría con este director componiendo su primera banda sonora en solitario para un largometraje, Terminal Exposure (1987).
La primera banda sonora en solitario de Hans Zimmer había sido para un cortometraje de 1982, Superhero de Martin Holland, y la primera para una película de televisión fue para Wild Horses (Wild Horses, Dick Lowry, 1985) protagonizada por Kenny Rogers. Uno de sus primeros hits fue la música que compuso para el programa de televisión Going for Gold, un quiz show europeo que, como él dice, le pagó el alquiler durante varios meses.
ENTRE EL POP y la MUSICA DE CINE

Mientras comenzaba a introducirse en el mundo de la música de cine de la mano de Stanley Myers, Zimmer profundizó su carrera musical como teclista y en la ejecución de sintetizadores, y en 1980 colaboraría con The Buggles, una banda de New Wave formada en 1977 por Trevor Horn, Geoff Downes y Bruce Woolley. El primer hit de esta banda fue el tema Video Killed the Radio Star editado en 1979, que tuvo el honor de ser el primer videoclip de la historia, emitido por MTV, significando además la inauguración del famosísimo canal de televisión el 1 de agosto de 1981.
El videoclip fue dirigido por el cineasta australiano Russell Mulcahy -que años después sorprendería con su opera prima Razorback: Los colmillos del infierno (Razorback, 1984), y alcanzaría su cenit con Los inmortales (Highlander, 1986)-, y Hans Zimmer aparece brevemente tocando los teclados junto a Horn y Downes, como se puede apreciar a partir de los 2:52 del siguiente video:



A comienzos de los ochenta Zimmer se había metido de lleno en el mundo del synthpop y la new wave participando de la banda The Camera Club que habían formado Bruce Woolley, luego de su salida de The Buggles, y Thomas Dolby, y luego formando el grupo Helden con Warren Cann, baterista de Ultravox y Zaine Griff. Como dato de color se puede decir que acompañó como teclista al grupo español Mecano en 1984 en un concierto dado Segovia, y que en el mismo concierto, Warren Cann tocó la batería.
También colaboró Zimmer con Nacho Cano, el fundador del grupo, en la producción del tema instrumental que éste compuso y que abre el álbum homónimo ¿Dónde está el país de las hadas?, pero no fue él quien tocó los teclados sino Luis Cobos.


Simultáneamente, Zimmer tuvo la oportunidad de fichar como productor musical del Departamento Musical con sede en Londres para El último emperador (The Last Emperor, 1987) la célebre película de Bernardo Bertolucci, que contaba con la banda sonora a cargo de Ryuichi Sakamoto, David Byrne y Cong Su, que ganaría el Oscar de 1988 a Mejor Música Original. Sakamoto, que también tuvo un papel como actor en la película, volvería a cruzarse con Zimmer en Black Rain, para la que el compositor nipón aportaría el tema Laserman para la edición en CD de la banda sonora.

HACIA LA CONSAGRACION
1988 significaría una bisagra fundamental en su carrera. En solitario y mezclando sintetizadores con percusión metálica, compone la música para Rain Man de Barry Levinson, trabajo por el que sería nominado para el Oscar a Mejor Banda Sonora, y aunque no lo ganó, este reconocimiento lo colocaría en el centro de la atención de Hollywood y de muchos cineastas que veían en Zimmer una renovación musical para el cine, básicamente en la aparición de un sonido muy personal e identificable, que marcaría un estilo que comenzaría a ser imitado, con raíces en la electrónica pero que no renegaría de la orquestación más clásica según las necesidades del film.
En 1989, Zimmer trabajaría en dos bandas sonoras extraordinarias desde sus respectivas estéticas, Paseando a Miss Daisy (Driving Miss Daisy) de Bruce Beresford, con Jessica Tandy, que ganaría el Oscar a mejor actriz, y Morgan Freeman, por la que Zimmer no sería nominado al Oscar pero ganaría el Grammy, y Lluvia negra (Black Rain), que marcaría su primer contacto con el realizador británico Ridley Scott, con quien construiría una de las colaboraciones director/compositor más exitosas de la historia del cine, que continuaría con Thelma & Louise (1991), alcanzaría su mejor momento con Gladiador (2000), Hannibal (2001) y Black Hawk derribado (Black Hawk Down, 2001).
EL REY QUE LO CONVERTIRIA EN REY
En 1992 Zimmer viaja a Sudáfrica para absorber los sonidos y el clima de ese país para trabajar en la partitura para la película La fuerza de uno (The Power of One), que trataba sobre el apartheid y estaba dirigida por John G. Avildsen, el célebre realizador de Rocky. Este trabajo le traería a Zimmer consecuencias positivas y negativas.
Disney se interesará en él y le ofrecerá componer, junto a Elton John, la banda sonora de El rey león (The Lion King) que será la consagración absoluta y definitiva del compositor y le posibilitará ganar su primer y único Oscar a la fecha. Pero a su vez, y como aspecto negativo, el gobierno de Sudáfrica lo declara persona no grata por participar en una película que cuestiona el racismo de ese país y, por ello, no podrá viajar nuevamente allí para componer El rey león, ya que los ejecutivos de Disney temían por su vida.
Así que Zimmer le pide a su amigo Lebo M, cantante, compositor y productor musical sudafricano, que lo ayude con la tarea de ambientar la partitura con los sonidos africanos, y le da libertad total de expresión buscando la innata espiritualidad del alto tenor africano. Tal como nacen las genialidades artísticas, de la inspiración y el talento, en una sola toma, Lebo M graba para Zimmer la frase cantada quizás más icónica de la historia de la factoría Disney, el tema Circle of Life, compuesto por Elton John, letra de Tim Rice, y arreglos y producción musical del propio Zimmer.

Con el Oscar de El rey león bajo el brazo, Zimmer cimenta su posición de talento y el soundtrack vende más de 15 millones de copias, ganando además el Golden Globe, el American Music Award, el Tony, y 2 Grammy. Asimismo, sería adaptado para una versión musical de Broadway con la que ganaría el premio Tony por Mejor Musical en 1998.

A partir de allí, no habrá límites para Hans Zimmer. Se sucederían Marea Roja (Crimson Tide, Tony Scott, 1995), Broken Arrow: Alarma nuclear (Broken Arrow, John Woo, 1996), La Roca (The Rock, Michael Bay, 1996), El pacificador (The Peacemaker, Mimi Leder, 1997), y La delgada línea roja (The Thin Red Line, Terrence Malick, 1998) para la que crearía una melodía en el tema Journey to the Line que sería utilizada para musicalizar infinidad de trailers, y que varios directores le pidieron copiar para sus películas. Así nació una nueva estructura musical que Zimmer acuñaría como suya y estandarizaría para crear nuevos temas de similares sonoridades, que utilizaría en no pocos proyectos futuros.
El año 2000 le depararía otro superéxito con la banda sonora que compuso para Gladiador junto a Lisa Gerrard, en una nueva colaboración con el director Ridley Scott, con nueva nominación para el premio de la Academia, que volvería a perder, esta vez contra Tigre y Dragón (Crouching Tiger, Hidden Dragon) del compositor chino Tan Dun, que contaba con solos de cello a cargo de Yo-Yo Ma.



Zimmer fue contratado por Steven Spielberg para dirigir la división musical de su productora Dreamworks, para la que compuso la música de los films de dibujos animados El príncipe de Egipto (The Prince of Egypt, 1998), La ruta hacia El Dorado (The Road to El Dorado, 2000) ésta nuevamente en colaboración con Elton John y Tim Rice; la excelente Spirit: El corcel indomable (Spirit: Stallion of the Cimarron, 2002) junto a Brian Adams; El espantatiburones (Shark Tale, 2004), las sagas de Madagascar (con Heitor Pereira) y Kung Fu Panda (junto a John Powell) y Megamind (2010).

ZIMMER, EL MECENAS
Con su carrera consolidada y un prestigio adquirido y ya indiscutible, Zimmer estaba ansioso por replicar la experiencia de la que él se había beneficiado por la guía de Stanley Myers, una suerte de mecenazgo que quería encabezar. Así, con Jay Rifkin fundó en Santa Mónica el estudio Media Ventures, en el que con una gran inversión en tecnología y un ambiente ideal para la creación, permitió el desarrollo de notables compositores como Mark Mancina, John Powell, Harry y Rupert Gregson-Williams, Nick Glennie-Smith, Steve Jablonsky y Klaus Badelt.
El estudio, que cuenta con una amplia gama de equipos informáticos y teclados que permite crear rápidamente versiones de demostración de partituras para películas, se convirtió en un hogar para creadores y una fuente de oportunidades para muchos músicos pues recibía las ofertas de infinidad de productoras, estudios y cineastas independientes que requerían música para sus proyectos cinematográficos, que Zimmer distribuía entre los compositores que integraban o estaban conectados de alguna manera a Media Ventures.
De allí surgieron jóvenes promesas como Ramin Djawadi (Game of Thrones), Geoff Zanelli, Jeff Rona, Trevor Rabin (ex miembro de la célebre banda de rock Yes), Henry Jackman, Blake Neely, Jim Dooley, Henning Lohner, James S. Levine y Mel Wesson, entre muchísimos otros nombres alrededor del mundo. Zimmer siempre ha fomentado la colaboración entre compositores porque así es como él aprendió en sus inicios. Todos los compositores que han salido de Media Ventures aprendieron trabajando con él en varias partituras, ya sea dirigiendo, escribiendo música adicional o incluso co-componiendo con Zimmer.

En diciembre de 2003, su socio Jay Rifkin lo acusó de conspirar para quedarse con el negocio y lo demandó por diez millones de dólares. Por ello, Media Ventures cambió su nombre por el de Remote Control que mantiene en la actualidad.
UNA REFERENCIA MUSICAL EN TODOS LOS GENEROS
Las siguientes dos décadas serían particularmente prolíficas para Zimmer. Por sus manos pasaron los grandes éxitos de todos los géneros. Películas bélicas como Pearl Harbor (Pearl Harbor, Michael Bay, 2001), nominada al Golden Globe; Black Hawk derribado (Black Hawk Down, Ridley Scott, 2001); Lágrimas del sol (Tears of the Sun, Antoine Fuqua, 2003); la miniserie The Pacific (2010) de HBO producida por Tom Hanks y Steven Spielberg, y Dunkerque (Dunkirk, Christopher Nolan, 2017), por la que recibió una nominación al Oscar.
En el thriller: Hannibal (Hannibal, 2001) la secuela que Ridley Scott se empeñó en producir, con Anthony Hopkins volviendo a su personaje del Doctor Lecter; y la trilogía de El código Da Vinci (The Da Vinci Code, 2006 – Angeles y demonios, Angels & Demons, 2009 – Inferno, 2016), todas dirigidas por su amigo Ron Howard, para las que compone el tema central, de una extraordinaria belleza y emotividad.
En el género épico y de aventuras descollará con El último samurái (The Last Samurai, Edward Zwick, 2003) que supone su banda sonora número 100, que obtiene una nominación a los Golden Globe; El rey Arturo (King Arthur, Antoine Fuqua, 2004), Sherlock Holmes (Sherlock Holmes, 2009) y su secuela Sherlock Holmes: Juego de sombras (Sherlock Holmes: A Game of Shadows, 2011) ambas de Guy Ritchie, y El llanero solitario (The Lone Ranger, Gore Verbinski, 2013).
Para este género, mención especial merece la extraordinaria banda sonora que crea para la saga de Piratas del Caribe. Si bien es sabido que la música original de la primera película, Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra (Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl, Gore Verbinski, 2003) pertenece a Klaus Badelt, cuya melodía principal, como ya analizamos en TheMovieScores, tiene su fuente en la banda sonora de Gladiador (ver para ello: Gladiador-Hans Zimmer: La renovación del Peplum), toda la partitura fue desarrollada bajo la supervisión de Zimmer, y su estilo y sonido se aprecian fácilmente.
Las siguientes películas de la saga tienen música de Hans Zimmer: El cofre del hombre muerto (2006), En el fin del mundo (2007), y En mareas misteriosas (2011), mientras que la última, Piratas del Caribe: La venganza de Salazar (Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales, Joachim Ronning, 2017) fue compuesta por Geoff Zanelli, pupilo de Media Ventures y Remote Control, y también se detecta allí la mano de Zimmer detrás de la obra.

El fantástico se verá enaltecido por la obra de Zimmer con sus trabajos para Origen (Inception, 2010) e Interstellar (Interstellar, 2014) sus dos nuevas colaboraciones con Christopher Nolan. Por su parte Blade Runner 2049 (2017) supondrá una nueva dupla con su amigo Ridley Scott, pero la banda sonora, que comparte con otro discípulo, Benjamin Wallfisch, resulta olvidable pese a que fue nominada al BAFTA, y nada tiene que ver con la extraordinaria música que Vangelis creara para el film original (sobre esta banda sonora ver Blade Runner – Vangelis: el genio autodidacta).



12 años de esclavitud (12 Years a Slave, Steve McQueen, 2013) le daría una nueva nominación a los Golden Globe y a los BAFTA, y con Rush (Rush, 2013) volvería a trabajar con su amigo Ron Howard, una excelente película que muestra la rivalidad legendaria de los héroes de la Fórmula 1, Nicki Lauda y James Hunt. La música de Zimmer y su estilo encajan a la perfección con el vértigo de la velocidad y el montaje frenético de las escenas de carreras.

Tampoco el cine de superhéroes le sería ajeno. Con su música para la trilogía de Batman de Christopher Nolan, Zimmer profundizaría su sonido y el estilo musical que iniciaría con la mencionada The Thin Red Line, y que Jaime Altozano en su excelente video de Youtube “La sorprendente vida de Hans Zimmer” (que recomendamos), denomina con lucidez “el muro”, ya que a partir de una secuencia de acordes que va repitiendo como un bucle, construye un crescendo en el que va incorporando diferentes matices, pistas de instrumentos y nuevas franjas musicales que se suman como ladrillos en una estructura musical que se eleva como si de una verdadera pared se tratara, un enorme muro de sonido que provoca una catarsis emocional [1].
La sensación es de una evolución desde lo simple hacia una complejidad musical que sublima con una parafernalia de instrumentación, con base en la electrónica, pero que se palpita desde lo sinfónico, llegando al paroxismo en el acto final, en el momento cumbre de la composición, siempre explosivo, grandilocuente y de una emotividad exacerbante. Esa estructura se repetirá y profundizará hasta sus máximos niveles en El código Da Vinci, en Origen y en Interstellar. Cabe destacar que tanto para Batman Begins (2005) como para El caballero oscuro (The Dark Knight, 2008), Zimmer forma dupla con otro extraordinario compositor moderno, James Newton-Howard, y el trabajo en equipo fue impresionante.


Aquí un excelente clip con escenas de The Dark Knight musicalizado con la BSO de Batman Begins
El hombre de acero (Man of Steel, Zack Snyder, 2013), supone otro intento de reciclar la estructura musical creada para la saga de Batman, pero si bien el resultado no fue para nada desechable, no está a la altura de la música del encapotado, y ocurrirá lo mismo en la banda sonora de Batman v Superman: El amanecer de la justicia (Batman v Superman: Dawn of Justice, Zack Snyder, 2016). También compuso The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro (The Amazing Spider-Man 2, Marc Webb, 2014), y recientemente X-Men: Fénix Oscura (Dark Phoenix, Simon Kinberg, 2019). Este último trabajo no está a la altura de su talento y ha recibido críticas negativas de los fans y del medio periodístico especializado.


Cabría destacar también que Zimmer ofició de productor ejecutivo musical en Iron Man (Iron Man, Jon Favreau, 2008), componiendo además música adicional, ya que la banda sonora es de Ramin Djawadi, otro de sus discípulos, quien se hiciera popular con su excelente partitura para la serie Juego de Tronos (Game of Thrones). Esta relación con Favreau, a propósito convertido de forma meteórica en uno de los productores ejecutivos de la saga Vengadores de Marvel hizo que Zimmer se involucrara en la nueva versión de El rey león (The Lion King, Jon Favreau, 2019), sumada a ello, por supuesto, su autoría de la banda sonora de la película original, ganadora del Oscar.


UNA INTERMINABLE LISTA DE PREMIOS
Hans Zimmer tiene una impresionante colección de premios, entre los que figuran un Oscar de la Academia (por El rey león), luego de 9 nominaciones, 12 nominaciones a los Golden Globes, de las que ganó 2 (Gladiator, compartido con Lisa Gerrard, y El rey león), 2 nominaciones a los premios Emmy (por la serie Genius de 2017, compartido con Lorne Balfe, y por The Pacific, con Blake Neely y Geoff Zanelli), 13 nominaciones al Grammy de las que ganó 3 (por The Dark Knight compartida con James Newton-Howard, por Crimson Tide y por El rey león), y 10 nominaciones al BAFTA.
Ha ganado 17 de las 18 nominaciones que recibió del ASCAP Film and Television Music Awards, 12 de las 12 nominaciones al BMI Film & TV Awards, y un Classical BRIT Awards, además de varios galardones por su trayectoria en la composición de música de cine como el prestigioso National Board of Review, el Frederick Loewe Award en 2003 en el Palm Springs International Film Festival, el ASCAP Henry Mancini Award también en 2003, y el BMI Richard Kirk Award en 1996.


También tiene su estrella en el 6908 del Walk of Fame del Hollywood Blvd de Los Angeles desde el 8 de diciembre de 2010. Su nombre fue incluido en la lista de los Top 100 Living Geniuses publicado por el Daily Telegraph en 2007.Es el único compositor que ha escrito scores para películas de Batman para dos directores diferentes y el único en componer música para dos films sobre Batman y Superman.




Su vida transcurre en Los Angeles, junto a su segunda mujer, Suzanne Zimmer con quien ha tenido cuatro hijos, dos varones Jake y Max, y dos mujeres Brigitte y Anabelle. Su primera mujer fue la modelo Vicki Carolin, con quien tuvo una sola hija, Zoe Zimmer, modelo internacional.




EPILOGO
Tal como ha dicho Jaime Altozano en el video que ya hemos indicado y recomendado en este trabajo, “…la carrera de Zimmer es increíblemente variada y su manera de trasladar sus conocimientos como teclista New Wave al mundo del cine es fascinante, y ha cambiado la música de cine por completo…”. Sin duda.
Dueño de una extraordinaria capacidad para crear melodías y ambientes musicales de gran fuerza emotiva, sonoridades de impacto especial en las secuencias de acción y suspense, y una habilidad innata para asumir con solvencia diferentes proyectos al mismo tiempo, tanto a nivel personal como a través de su equipo de colaboradores y compositores de su Remote Control, Zimmer es, además, una persona querida en el medio, que ha sabido ganarse buenos amigos, profesionales con los que ha trabajado y continúa trabajando y reuniéndose cada vez que la vida se lo permite.


En los últimos años ha alternado su trabajo de compositor con una pasión personal que lo ha llevado a dar conciertos a nivel internacional, The World of Hans Zimmer, realizando giras por todo el planeta con una banda de músicos de primer nivel, coros y orquesta sinfónica con dirección de su amigo Gavin Greenaway, contando con apariciones especiales de Lisa Gerrard y de su amigo Lebo M, y la tarea permanente de excelentes solistas como el flautista de Piratas del Caribe Pedro Eustache, la violinista Rusanda Panfili, los percusionistas Luis Ribeiro, Lucy Landymore y Aleksandra Suklar, la soprano Gan-ya Ben-gur Akselrod y la cantante Asja Kadric, la cellista Marie Spaemann, el guitarrista Amir John Haddad, el bajista Juan García-Herreros, y la pianista Eliane Correa. Zimmer ha logrado una camaradería muy especial con estos músicos que provienen de todas partes del mundo y fueron reclutados por su excelencia. Una familia, como la llaman ellos mismos, fascinados con la posibilidad de trabajar con Hans Zimmer e interpretar en vivo muchos de sus temas más reconocidos.




Pese al impresionante éxito de sus obras, la popularidad y la fama que se ha ganado con su talento musical y su olfato comercial, ha mantenido un perfil en el que destaca y se percibe su llana personalidad y su humildad.
“Escribo música para películas. No hago cirugía cerebral. No curo el cáncer. Sólo escribo un poco de música para películas.” Hans Zimmer al desnudo. Ojalá podamos disfrutarlo por muchos años más.

REFERENCIAS
[1] Recomendamos el video La Sorprendente Vida de Hans Zimmer (Entrevista a Hans Zimmer) de Jaime Altozano (https://www.youtube.com/watch?v=Z8K0fRhgrTo&t=1s).
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Traducción del artículo Hans Zimmer and the Gladiator, An Interview with the Film Music Composer, una interesante entrevista que Ian Lace mantuvo con Hans Zimmer en mayo de 2000 para Musicweb-international.com.