Amadeus 1984 The Movie Scores

Reseña. La eterna historia del niño prodigio. Salieri fascinado con la leyenda del músico precoz. Un misterioso hombre de negro que le encarga a Mozart un réquiem. La envidia y el odio con el marco del Barroco, y un artesano como Milos Forman tras las cámaras. Amadeus es eso y mucho más.

AMADEUS (1984)

El síndrome de Salieri, o qué bello es odiar

por Jorge Zarco

La envidia en sí misma nunca suele ser constructiva, y más para el sujeto que la padece; sobre todo cuando aquel (o aquello) que le obsesiona, ya posea un talento fuera de serie que nosotros no tenemos o simplemente ha caído en gracia y goza de unos privilegios que nos han sido negados, suele carecer de gratitud o humildad.

 

Si a eso le sumamos un carácter egocéntrico que se ensaña sobre los demás por su condición de sujeto privilegiado, como si los dioses le hubiesen bendecido con ese fin, porque sí, eso nos lleva a demasiados mortales a desearle la peor de las desgracias, y en muchos casos: la misma muerte. De eso se alimentan los HATERS de Internet y sus redes sociales. Hervidero de sujetos rencorosos, resentidos o frustrados.

 

De ello en particular podrían hablarles ciertos youtubers ultra famosos; y cómo les escuece a las televisiones públicas y privadas, todo el público que las redes sociales les está quitando a manos llenas. Si uno estudia detenidamente Amadeus, su realizador, el checo Milos Forman (1932-2018), era considerado la gran esperanza blanca del cine de la antigua Checoslovaquia, allá en los años sesenta (Los amores de una rubia, Al fuego bomberos), hasta que la irrupción de los tanques soviéticos en la Praga que exigía cambios democráticos, en plena guerra fría en 1968, le forzó a exiliarse a los USA.

 

Allí filmó una serie de filmes notables (Juventud sin esperanza, 1970; Alguien voló sobre el nido del cuco, 1975; Hair, 1979; Ragtime, 1981), pero ninguno como el que un servidor considera su obra maestra. Una obra que marcó su vida y que aparte de llenarse de Oscars (más que merecidos), es como todas las grandes películas, una experiencia inagotable.

Amadeus 1984 Milos Forman The Movie Scores
El director Milos Forman
Amadeus film The Movie Scores

Peter Levin Shaffer (1926-2016) fue un dramaturgo británico creador de obras como Equus (73) entre casi una veintena de piezas teatrales hasta su muerte. Pero ninguna fue tan popular como Amadeus creada en 1979 y representada desde entonces. La singularidad de Amadeus es que no es una biografía sobre Wolfgang Amadeus Mozart, sino una reflexión sobre el poder destructor de la envidia rencorosa, no tanto en aquel que es víctima de ella, como en el que la ejerce de forma obsesiva cegado en su fanatismo.

 

Forman ve la obra (a pesar de afirmar que detesta las biografías) y ve en ella la posibilidad de una película que merece ser realizada. Quizá la película de su vida. El productor Saul Zaentz (la versión animada de El señor de los anillos (78) de Ralph Bakshi) compra la opción de la obra y Shaffer escribe la dramatización a la pantalla. Sin olvidar el extraordinario maquillaje de Dick Smith (El exorcista, El padrino, El Ansia).

 

Época del barroco; entre finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. El músico Antonio Salieri ya anciano, intenta suicidarse en su residencia mientras grita: “¡Mozart, perdona a tu asesino!”. Auxiliado por sus criados, se le diagnostica demencia y es ingresado en un manicomio. En una habitación donde toca el piano, es visitado por un sacerdote a la espera de una confesión.

 

Allí, Salieri (F. Murray Abraham en el papel de su vida) le confesará considerarse el principal responsable de la muerte del precoz genio de la música Wolfgang Amadeus Mozart (un Tom Hulce que quedó marcado para siempre por su personaje, y que estigmatizó/hundió una carrera que se veía prometedora).

 

Salieri, fascinado desde niño con la leyenda del músico precoz, está obsesionado con ser el más grande de los compositores de cámara, llegando con el paso de los años a dar lecciones al mismo emperador José II de Austria en su corte (Jefrey Jones). Pero cuando conoce a Mozart en persona, su decepción no puede ser más aplastante al toparse con un niñato inmaduro, infantiloide, caprichoso y egocéntrico, cuya risa crispa los nervios del más templado.

Amadeus 1984 Peter Shaffer The Movie Scores
El escritor Peter Shaffer

Es un rumor, ―no sé si demostrado o una simple leyenda—, que la risa de Mozart llegaba a producir dolor de oídos, detalle interpretativo que marcó dolorosamente a Tom Hulce, forzándole a convertirse en director teatral y eterno segundón. Pero lo que más enfurece a Salieri de Mozart, es su talento casi sobrenatural. Capaz de improvisar una partitura sobre la marcha, mejorarla, fragmentarla, volverla pura magia en el mismo instante de su ejecución sin apenas esfuerzo; o descubrir que Mozart es capaz de escribir su música al dictado sin necesidad de corregirla.

 

Y por eso mismo, Salieri odia al niño prodigio pues cree ver en él un gesto de la grandeza de Dios, y de cómo el creador se ríe cruelmente de su persona. Porque Salieri cree que él es un músico que no es ni la mitad de grande de lo que debería ser, viendo en Mozart a una broma viviente destinada a atormentarle (detalle que demuestra que Salieri no solo es envidioso hasta niveles enfermizos, sino también un paranoico).

 

Pero Forman no es maniqueo, pues no olvidemos que la historia está narrada (y quizá tergiversada) por el que se consideró su peor enemigo y a su vez, uno de los mayores estudiosos de su obra. Mozart es en el fondo un sujeto trágico, manipulado y atormentado por un padre obsesionado con volverle el mayor genio de la música desde que levantó un palmo del suelo. La figura paterna del artista frustrado que vuelca en el hijo, las esperanzas y enfermizas obsesiones que no vio cumplidas en su persona.

 

Es la eterna historia del niño prodigio, o del juguete roto que se extiende hasta nuestros días. Magistral esa secuencia en la que el padre hace acto de presencia en una escalera, iluminado a contraluz y extendiendo las alas de su capa como si fuese el Drácula de Bela Lugosi cubriendo/atrapando a su hijo con ellas. La obsesión en ese padre manipulador.

 

Algo que Salieri averigua y usa en beneficio propio tras la muerte del progenitor del mítico compositor, ¿disfrazándose? con el traje de un bufón de carnaval veneciano cubierto con esa enorme capa que el aterrado Mozart identifica como su padre regresando de la tumba, ya que ese fue el disfraz que este llevó poco antes de su muerte.

Amadeus Salieri The Movie Scores

Un detalle magnífico es que Forman nunca deje claro si Salieri es el hombre de negro. El odio del compositor comienza a dar sus frutos y los censores de la corte del emperador José II —todos ellos músicos frustrados e influenciados por un Salieri cada vez más venenoso―, comienzan a mutilar las páginas de las obras de Mozart, prohibir sus representaciones o considerarle persona non grata. Pierde prestigio y dinero a manos llenas, y empieza a ser maltratado por sus “amigos”, viéndose forzado a componer operas bufas para el populacho a modo de supervivencia.

 

El hombre de negro (Forman tiene el acierto de nunca dejar claro si se trata de Salieri o de otro sujeto, pues jamás se supo la identidad real del mismo), le exige a Mozart un réquiem para un entierro… ¿el suyo? Y Mozart cae en desgracia. Empieza a beber de forma incontrolable y su esposa Constanza (Elizabeth Berridge) le abandona llevándose a su hijo. Empobrecido y enfermo, Mozart recibe en su casa la visita sorpresa de Salieri, quien se ofrece como músico y colega de profesión ha ayudarlo para concluir a tiempo su réquiem.

 

Pero su propósito real es robarle un poso de su talento, aprovechándose de su indefensión, al mismo tiempo que Constanza siente el impulso de regresar junto a Mozart. Mientras la carroza de su esposa regresa a Salzburgo, Mozart agoniza dictando las últimas notas de un réquiem que no logrará terminar, mientras Salieri, fascinado de formar parte del proceso creativo, toma las anotaciones en un pentagrama.

Amadeus 1984 Hulce The Movie Scores

Entonces aparece Constanza por sorpresa al amanecer e impide que Salieri pueda adueñarse de las partituras. El hijo juega dejando caer monedas en la mano de su padre… y Mozart muere ante el horror y remordimiento de Salieri y los gritos de Constanza. Enterrado en la más absoluta miseria, el que fuera un niño prodigio, es arrojado en una fosa común como si fuese basura mientras cae una implacable lluvia. Y Salieri concluye su relato ante un perplejo sacerdote.

 

Su criado viene en su búsqueda y saliendo el anciano al pasillo, es observado por los locos del manicomio, envejecido y atormentado por unos celos y un odio que lo han reducido a una sombra de lo que llegó a ser en su día. “Hijos míos, yo, rey de los mediocres os bendigo”, dice a los locos un Salieri destruido física y emocionalmente, mientras cree oír la triunfante risa de Mozart que se ríe de él desde el más allá, habiendo ya pasado a la posteridad como uno de los músicos más geniales de todos los tiempos.

 

Existe una leyenda que especula sobre la presunta masonería de Mozart, y que este reveló parte de los códices del culto en la magistral obra La flauta mágica; razón de un presunto envenenamiento que lo llevó a la muerte. Pero eso son solo teorías.

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