
Cuando entró en la habitación de su hija Rafaella, Dino De Laurentiis vio un poster del King Kong de 1933 y tuvo la idea de revitalizar el mito y el género de «monstruos». Sin dudarlo un instante, llamó al que consideraba el compositor ideal para componer la música de la película, John Barry, porque el concepto era darle una pátina romántica al mono más famoso de la historia del cine.
KING KONG (1976)
John Barry: Un gorila romántico
por Eduardo J. Manola
King Kong – «The Opening» – music by John Barry
Impuestos. Esa fue la razón por la que el maestro John Barry abandonó indefinidamente el Reino Unido en 1976 para hacer una primera escala en Beverly Hills, Los Angeles, y terminar por asentarse en 1980 en Oyster Bay, a pocos kilómetros de Nueva York, junto a su mujer Laurie y su hijo Jonpatrick. Y también trabajo, porque en cuanto puso pie en Hollywood le llovieron las ofertas hasta desbordarlo. La reputación conseguida en la década del sesenta hizo que su nombre en los títulos de crédito le agregara prestigio a cualquier película.
Tras musicalizar la producción televisiva estadounidense Eleanor y Franklin (Daniel Petrie, 1976), Barry se encontró inmerso en el ambicioso proyecto de Dino De Laurentiis de actualizar el clásico King Kong de 1933 de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, y revitalizar el género de las “películas de monstruos”. Al productor italiano se le ocurrió al ver un poster de aquel film en la habitación de su hija Rafaella en 1975, y de inmediato le llevó la idea a Barry Diller, el nuevo jefe de la Paramount. Después de una breve lucha con la Universal que pretendía rodar también una película del gorila gigante, De Laurentiis comenzó a reclutar al personal que quería para la producción, asegurándose primero a Lorenzo Semple Jr. como guionista y a John Guillermin tras las cámaras, luego de fracasar en sus intentos por convencer a Roman Polanski.

King Kong – «Sacrifice / Hail to the King» – music by John Barry
Una cabeza de simio de tamaño natural y una mano mecánica capaz de recoger a la chica, fue lo que pidió Guillermin para aceptar la dirección. Le dieron eso y mucho más. El modelo terminado de Kong midió 12 metros de altura, pesó más de 6 toneladas y dentro de su cuerpo había 1.000 metros de manguera hidráulica y 1.500 metros de cableado. El presupuesto de 24 millones de dólares se distribuyó entre una muralla de 47 pies de alto por 500 de largo, que costó 800.000 dólares y el trabajo de 100 trabajadores durante 8 semanas, y el alquiler por tres días del superpetrolero noruego Susanne Onstand por 125.000, para rodar el transporte de Kong a América.
Barry conocía a Guillermin de cuando trabajaron juntos en Hasta el último aliento (Never Let Go), una producción británica de 1960 protagonizada por Richard Todd y Peter Sellers, y había corrido mucha agua bajo el puente de sus respectivas carreras. El director londinense tenía en su haber películas como Guns at Batasi (1964), The Blue Max (1966), The Bridge at Remagen (1969) y esa joya del cine catástrofe que fue The Towering Inferno (1974).
Barry había cosechado tres Oscars (por la canción y la partitura de Born Free y por la partitura de The Lion in Winter), y era el padre del “sonido Bond”, pero aquí tenía que emular la extraordinaria partitura del gran Max Steiner, algo que podía intimidar a muchos compositores. A Barry no se le movió un pelo, y desde el primer momento se prometió no seguir los pasos de aquel pionero de la música de cine, y la primera medida fue no volver a escuchar la música del King Kong del 33. «No, no volví a escucharla«, comentó en una entrevista para Martyn Crosthwaite. «Sólo recordaba el King Kong original de mis primeros visionados. Cada película tiene su propia vida, su propia especificidad, su propia época, así que eso nunca fue un problema. Lo que hice fue una reacción a lo que había en la pantalla«. Como hacía habitualmente, enfocó la composición en los personajes principales y sus emociones, incluido Kong.


King Kong – «Arrival on the Island» – music by John Barry
Pero la cosa no resultó tan fácil, ya que Guillermin tuvo que correr constantemente contra los ajustados plazos de rodaje para que la película pudiera llegar a su estreno previsto para la Navidad, y este presionó a su vez a Barry, que tuvo que hacer algo que nunca había hecho y no volvería a hacer jamás: componer la música a medida que se rodaban las escenas y salían de la mesa de montaje, una tarea por demás complicada que no dejaba margen para el error o la rectificación.
«Pusimos la partitura a las tres primeras bobinas y luego esperamos otras cuatro semanas«, explicó. «A medida que cada escena salía de los bancos de edición, yo escribía para ella y lo hice durante unos ocho meses, puntuando a medida que se rodaba. Diría que King Kong fue quizá la partitura más difícil que había hecho hasta la fecha, porque estructuralmente no tenías la película completa para saber hacia dónde te dirigías. Normalmente, tienes toda la película para poder reflexionar sobre la forma de toda la partitura: dónde van a estar los altos, dónde los bajos, cómo vas a construir la música; intuyes cómo utilizarla, melódica y rítmicamente, etc. Así que trabajar rollo a rollo es lo más difícil, porque estás adivinando«.

King Kong – «Breakout to Captivity» – music by John Barry
De Laurentiis y Guillermin le dijeron a Barry que la película se basaría en la historia de amor imposible entre la bella (Dwan, una debutante Jessica Lange, recomendada por la agencia de modelos Wilhelmina, que les birló el papel a las otras candidatas: Barbra Streisand, Valerie Perrine, Bette Midler y Cher), y la bestia. La melodía romántica era la especialidad de Barry, así que la propuesta no fue un problema, y antes de que comenzara el rodaje les grabó una demo en piano de lo que sería el bellísimo tema principal y se la hizo escuchar. No era el típico “tema de amor”, sino algo diferente: «Aunque se había pedido un tema romántico”, contó Barry, “pensé que no debía ser demasiado acaramelado; necesitaba una fuerza interior, una cierta extrañeza, que creo que se consiguió. Aquí es donde puede surgir un conflicto entre lo que es comercial y lo que es correcto para la película. Había que ver que la inclinación romántica del mono hacia Dwan fuera plausible para no perder al público; es una línea muy fina con la que hay que acertar. Así que empecé con ese tema y desarrollé el resto de la partitura a partir de ahí«.
King Kong – «Maybe My Luck Has Changed» – music by John Barry
La forma en que Barry se vio obligado a componer la música para King Kong hizo que su grabación requiriera una planificación muy poco usual, programada en dos fases. La primera supuso cuatro sesiones que se realizaron entre el 29 de marzo y el 12 de abril de 1976 en los estudios MGM, para las que se contrataron percusionistas de primer nivel como Emil Richards, Larry Bunker, Kenneth Watson y Joe Porcaro, padre de los hermanos Jeff, Mike y Steve, integrantes de la banda de rock TOTO. Ellos, junto a Michael Lang en los teclados, participaron en la música de las escenas de la selva. En la segunda fase se grabó la partitura orquestal completa, durante nueve sesiones entre el 22 de julio y el 5 de noviembre, en los Estudios Burbank de la Warner. En las distintas sesiones, Barry dirigió diferentes formaciones de entre 58 y 67 músicos según lo requería la orquestación.

King Kong – «Arthusa» – music by John Barry
por Eduardo J. Manola
Mientras un John Barry ya consolidado y con prestigio asumía la tarea de componer la banda sonora de King Kong, la nueva apuesta del productor italiano Dino De Laurentiis, el sello discográfico de la Paramount necesitaba imperiosamente un éxito comercial a nivel comercial para apuntalar la taquilla de la película….
King Kong – «Kong Hits the Big Apple» – music by John Barry

King Kong se estrenó el 17 de diciembre de 1976 en 1.000 cines en Estados Unidos y en otros 1.200 en el resto del mundo, una estrategia que sumada a la monumental campaña publicitaria logró que la película recaudara más de 80 millones de dólares en taquilla, justificando el riesgo asumido con su abultado presupuesto de producción. Cosechó además dos nominaciones de la Academia, mejor fotografía y mejor sonido, ganó un Oscar especial por sus innovadores efectos visuales, en cabeza de Carlo Rambaldi, quien unos pocos años después se haría famoso por su creación de E.T., y Jessica Lange se llevó el Globo de Oro a la mejor actriz debutante en una película.
King Kong – «Blackout in New York / How About Buying Me a Drink» – music by John Barry


John Barry se quedó sin nada, su partitura no obtuvo ninguna nominación, pero la banda sonora que compuso para King Kong se convirtió en un incunable desde su primera edición en vinilo en 1976 por el sello Reprise Records, que duraba escasos 40 minutos y se agotó rápidamente. Durante años, los fans de Barry esperaron ansiosamente su edición en CD, que vio la luz en 2005 gracias a Film Score Monthly, discográfica que en 2012 lanzó la excelente edición doble de su serie Silver Age Classics. El gorila romántico de Barry ya podía descansar tranquilo.
King Kong – «The End Is at Hand» – music by John Barry
