
En plena era del furor por los videogames, Disney apuesta por una fábula futurista que se desarrolla en el interior de un ordenador, con efectos especiales innovadores y pioneros en la técnica del CGI, y para componer la banda sonora contrata a Wendy Carlos, laureada por sus trabajos para Stanley Kubrick en La naranja mecánica y El resplandor.
TRON (1982)
Wendy Carlos: Un híbrido musical para el ciberespacio
por Eduardo J. Manola
Tron – Scherzo – music by Wendy Carlos
En los albores de la década de los ochenta, cuando la informática iba cobrando mayor fuerza y salía de los círculos estrictamente experimentales y profesionales para abrirse al acceso de la gente común, los estudios Disney apuestan a llevar los nuevos avances tecnológicos a la pantalla, al mundo de la fantasía. Era la época en que los pubs norteamericanos se llenaban de clientes detrás de unos rudimentarios aparatos de videogames, hoy clásicos absolutos de la nostalgia más vintage, pero en aquel momento un boom de innovación, tan adictivo como impensado tan solo unos años antes, mientras poco a poco los ordenadores comenzaban a dejar de ser ingenios exclusivos de las oficinas, para ingresar en la vida cotidiana de los hogares más pudientes.
Tron, pergeñada desde la mente de su director Steven Lisberger, es una imaginativa fábula que juega su trama entre dos dimensiones, el mundo real y el mundo virtual, a través de unos pioneros y revolucionarios efectos especiales basados en las imágenes generadas por ordenador. En ese aspecto, fue la primera película en utilizarlos de manera amplia y sostenida. Eran, por cierto, la principal estrella del film, ya que el nudo central del guion se desarrolla dentro de un ordenador, en una realidad virtual, un mundo subyacente en el que Kevin Flynn (Jeff Bridges), un hacker propietario de una sala de juegos, es descompuesto digitalmente en un flujo de datos por un villano pirata informático conocido como Master Control (David Warner), y reconstruido en el mundo gráfico interno y tridimensional de los ordenadores, transformándose en otro personaje, Clu.

Allí, en ese ciberespacio de coloridos paisajes en el que Master Control lo tiene cautivo, Clu une sus fuerzas con Tron (Bruce Boxleitner), para superar el desafiante y gigantesco videogame de gladiadores al que los somete el villano. Curiosamente, toda la acción que ocurre dentro del ordenador fue rodada enteramente en blanco y negro, para ser coloreada más tarde con técnicas fotográficas.
En aquellos momentos, los ordenadores podían generar imágenes estáticas, pero no tenían la capacidad de moverlas de forma automática, por lo cual las coordenadas de cada una de las imágenes tuvieron que ser introducidas a mano, fotograma a fotograma, una a una, y por cada seiscientas coordenadas incorporadas, solo se obtenían escasos cuatro segundos de película.
La necesidad de contar con gran cantidad de animadores se encontró con un obstáculo, si se quiere, lógico. Muchos dibujantes de Disney sintieron la amenaza que significaba esta nueva tecnología: se iban a quedar sin trabajo. Y eso fue exactamente lo que ocurrió, veinte años más tarde, cuando Disney cerró el estudio de animación manual para dar paso a la animación por CGI (Computer Generated Image).
La palabra Tron fue oportunamente asociada a “TRace ON”, un comando del lenguaje de programación, pero Lisberger negó haber tenido en cuenta ese dato para dar título al film. Es más, afirmó en una entrevista que el nombre había derivado de la palabra “electrónica”, y que se enteró de la existencia del comando Trace On mucho después. Por otra parte, Lisberger se vio influenciado por el mítico videojuego Space Invaders, y para inspirar a los actores durante el rodaje instaló algunas consolas de videogames en los sets para que pudieran jugar, sin contar con que Jeff Bridges se iba a convertir en un adicto, tanto que tenían que sacarlo a rastras para que fuera a grabar una escena.
La música de Tron tenía que casar con todo ese universo digital, tecnológico, y para ello Disney buscó a quien consideraba la persona ideal para componer una partitura que debía sonar claramente “electrónica”. Wendy Carlos, clara referente de ese género musical y pionera de la experimentación con sintetizadores y aparatos de sonido electrónico, era número puesto. Reconocida por sus trabajos en álbumes como el exitosísimo “Switched-On Bach” de 1968 y en films de amplia repercusión como La naranja mecánica (1971) y El resplandor (1980), ambos fruto de su aclamada colaboración con Stanley Kubrick, la compositora transgénero (recordemos que nació Walter y cambió su sexo en una decisión no exenta de polémica de la que también fue pionera) construyó una música que podríamos catalogar de híbrida.
En efecto, la partitura mezcló magistralmente pasajes electrónicos ejecutados en el sintetizador analógico Moog (en cuya creación Carlos había asistido a su inventor, el ingeniero Robert Moog, en su etapa experimental, y que había utilizado en su revolucionario “Switched-On Bach” y en las películas de Kubrick), con fragmentos generados en otro sintetizador, esta vez digital, denominado GDS, y también con piezas compuestas para una formación orquestal clásica, que recayó no en una sino en dos orquestas de primer nivel, la London Philharmonic Orchestra, conducida por Douglas Gamley, y la Los Angeles Orchestra dirigida por Richard Bowden. Además, incluyó arreglos corales a cargo del UCLA Chorus, dirigido por Donn Weiss.
Cabe mencionar que en el departamento musical de la película figura como consultor musical el compositor David Newman, que en ese entonces militaba en los estudios de animación Disney, y Joe Renzetti, conocido por Poltergeist III y Child’s Play, compuso música adicional. El argentino Jorge Calandrelli también participó como orquestador. Por tanto, como dijimos, la partitura de Wendy Carlos para Tron, representaba en aquel momento un híbrido de tres generaciones en lo que a producción musical se refiere: la orquestación clásica (el pasado), la síntesis analógica-Moog (el presente de ese momento), y la síntesis digital-GDS (el futuro, nuestro presente).
Me parece importante deslizar algunos apuntes sobre el GDS (General Development System). Desarrollado hacia 1979 por Digital Keyboards, filial de la empresa Crumar, era un sintetizador digital vanguardista basado en un microprocesador realizado en los laboratorios Bell Labs Digital por Hal Alles, un ingeniero electrónico que experimentó en esa área inspirado por el trabajo de Robert Moog. Era tan adelantado a su tiempo y tan caro para la mayoría de los músicos (unos 30.000 dólares de aquella época), que solo se fabricaron unos diez, y se tiene registro de que solamente dos se vendieron: uno al compositor de música electrónica alemán Klaus Schulze, y el otro a Wendy Carlos, que aún hoy lo guarda como un tesoro.

Carlos se vio muy comprometida con la creación de la música para Tron y comentó su particular método de trabajo: “He aquí una sorpresa para los músicos y compositores”, escribe en su website oficial, “Hace poco, mientras buscaba entre algunos papeles guardados de la época en que componía la partitura de TRON, encontré una pequeña hoja de papel de notas con una decoración distintiva del teclado a lo largo de un borde. Ah, sí, solía tener un bloc de este divertido papel al lado de la cama, por si se me ocurría alguna idea que quisiera guardar, ya fuera poco antes de dormir o cuando acababa de despertarme…Lo anoté junto a la cama cuando intentaba conciliar el sueño una noche después de una larga sesión de composición de algunos temas para la banda sonora de la película. Recuerdo que se me ocurrieron varias ideas buenas durante varios días…Sin embargo, una de ellas, que había eludido mis esfuerzos, era un tema principal para la partitura, algo que encajara con la idea del «Himno» en el guion, y que también proporcionara la melodía y los cambios de acordes para el Tema del Amor de Tron. Puede que tú mismo conozcas las frustraciones: cuanto más te esfuerzas a veces sólo consigues que las cosas parezcan peores. Decidí renunciar a ello y me fui a la cama, ya que estaba a punto de amanecer. Algo se me ocurriría cuando estuviera descansada, como suele ocurrir (eso esperaba)…”. [1]
Y siguió contando: “…Apenas me metí en la cama y apagué las luces, la respuesta llegó a mi oído interno, sin que me lo pidiera. Cuando estaba a punto de dormir, esto me molestó. Pero muchas de mis mejores ideas, probablemente entre el 30 y el 40% de ellas, aparecen en mi cabeza cuando es más inoportuno. En estos casos, realmente «escuchas» la música final en tu cabeza, casi de forma acabada, con la orquesta completa u otros instrumentos tocando. Una gramola privada y dirigible. Lo que se siente subjetivamente es casi la misma sensación que si recordaras una música que has escuchado antes, completa y auditiva, como si sólo la recordaras, no la crearas en el momento…Componer entonces es muy a menudo una cuestión de elaborar los detalles, comprobar las notas y las combinaciones, y escribirlo todo de una manera razonablemente precisa. Es como si hicieras un dictado musical, lo cual no está muy lejos de la realidad. Técnicamente, lo que ocurre es que el hemisferio derecho, el lado musical/espacial/creativo, es el que dirige, mientras que el lado izquierdo, analítico/editorial/lingüístico, lo anota todo racionalmente, al tiempo que marca con un lápiz azul los elementos más débiles, incitando al lado derecho a probar otra variación cuando un primer impulso se queda corto…Las horas que pasé intentando frustradamente dar con un tema principal adecuadamente sutil y romántico no fueron en vano…Sabía qué tipo de tema podría ser ideal. Pero estaba demasiado cerca de él… hasta que me solté por completo y dejé mi mente a la deriva. ENTONCES, todo encajó en su sitio. El resultado fue que tuve que encender la luz y escribir algo que asegurara que la idea seguiría ahí cuando me levantara (y pudiera juzgar mejor lo buena o mala que era)…”.[2]

Poco tiempo después del estreno de Tron, Wendy Carlos declaró en una entrevista que no había quedado muy satisfecha con los pasajes orquestales clásicos que utilizó en la partitura, pues consideraba que sus compases variables eran demasiado difíciles de interpretar en el tiempo que se les asignaba, por lo cual más tarde reemplazó algunos de aquellos pasajes por piezas ejecutadas con el GDS.
Por su parte, Disney también hizo lo suyo. Poco antes del estreno de Tron, sustituyó la segunda parte de la música que Carlos había compuesto para los títulos iniciales por el tema instrumental “1990’s Theme” y parte de la que había escrito para los créditos finales por la canción pop “Only Solutions”, ambas compuestas para el film por la banda de rock norteamericano Journey que, por cierto, fue contratado a última hora, luego de que el grupo británico Supertramp, pretendido por Disney por el perfil comercial que le otorgaba el gran éxito en ventas de sus hits, se bajara del proyecto por cuestiones de compromisos asumidos.
Wendy Carlos cuenta así su desazón: “Antes de que se hicieran las mezclas finales de la música, mi partitura para la secuencia de las motos de luz fue cortada en favor de los efectos de sonido. Una gran decepción para mí. Esa fue una de las secciones de las cintas de trabajo multipista que nunca se completó…” “El otro tema principal, que se escucha claramente en la música final del «Trinitron» escrita para los títulos finales, fue rechazado por el supervisor musical de Disney, que se negó a permitirnos utilizarlo, ya que era el único lugar en el que la canción de Journey que quería incluir encajaría en la película… maldito sea. Habría proporcionado un ambiente final mucho mejor para dejar al público ¿no crees?, en lugar de pasar de la orquesta sinfónica y el enorme órgano de concierto a la banda de cuatro o cinco músicos de un grupo de pop rock.” Por suerte, la sustitución se realizó cuando ya el álbum de la banda sonora estaba terminado, por lo que la edición discográfica original de 1982 presenta la pieza completa de Carlos para los títulos finales.
Durante muchos años, la banda sonora no estuvo disponible en CD, en un principio debido a una disputa legal entre Wendy Carlos y CBS Records, y luego también por la grave degradación que presentaban las cintas maestras analógicas originales, que la compositora descubrió más tarde que se habían deteriorado hasta el punto de que intentar reproducirlas podría destruir tanto las cintas como la máquina de reproducción. En 2002, al cumplirse veinte años del estreno de Tron, la Walt Disney Records le propuso a Carlos lanzar una edición conmemorativa de lujo, algo que la entusiasmó y la hizo muy feliz.
Gracias a las nuevas técnicas a disposición en los inicios del nuevo milenio, se pudieron restaurar temporalmente las cintas hasta que quedaran en condiciones de hacerlas reproducibles para su remasterización digital. Carlos utilizó una técnica llamada «tape baking», en la que las cintas se cuecen literalmente en un horno para endurecer el pegamento que mantiene unida la cinta magnética, para repararlas y permitir su posterior transferencia a los masters digitales.
“…Por fin habíamos realizado excelentes transferencias envolventes de las cintas maestras de música, grabaciones que se habían vuelto irreproducibles a finales de los 80…”, cuenta Wendy Carlos, “…había que encontrar y transferir esos masters…Y lo que es más importante, hubo que mezclarlo todo en estéreo y remasterizarlo…lo mejor que pueden sonar los masters, sin alterarlos de ninguna manera artística. Afortunadamente, el sonido de TRON era más reciente que el de muchas otras remasterizaciones…, y no necesitaba tanta limpieza manual…de pequeños ticks, baches, zumbidos, silbidos y demás, que sólo son audibles en los sistemas de audio más modernos. Así que el proceso se desarrolló sin problemas, aunque de forma intensa, durante una semana maratoniana de producción durante las vacaciones de Acción de Gracias…”
La innovadora y pionera banda sonora de Tron quedó así definitivamente inmortalizada para su conservación y para deleite de los coleccionistas, que recuperaron una obra de trascendencia en la historia de la música de cine.

Referencias:
[1] Citado en Wendy Carlos Home Page http://www.wendycarlos.com/
[2] Citado en Wendy Carlos Home Page http://www.wendycarlos.com/
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