
Vladimir Cosma
BIOGRAFIA
Bucarest, Rumania, 13 de abril de 1940
Pianista, violinista, director de orquesta, y compositor rumano de música culta y música de cine, prolífico, inspirado y sutil melodista, original orquestador, autor de muchos de los mayores éxitos del cine francés, con más de 250 bandas sonoras en su haber.
Nacido en Bucarest, viene de una familia de músicos: su padre Teodor Cosma era un pianista y director de orquesta de renombre en Rumania, su madre también era músico y campeona de natación, su tío Edgar Cosma era compositor y pianista, y su abuela también fue pianista.
Vladimir se convirtió en concertista de violín, y ganó dos primeros premios (violín y composición) en el Conservatorio de Bucarest. Tenía un sueño, vivir en París, y allí se instaló en 1963 con 22 años, y empezó su aprendizaje musical con la célebre Nadia Boulanger en el École Normale de Musique de París.
En 1966, un encuentro casual con Michel Legrand, que estaba escribiendo la partitura para Las señoritas de Rochefort, hizo que este le pidiera a Cosma que se ocupara de algunas canciones, convirtiéndolo en su asistente, y dos años después, le propone que lo sustituya en la composición de la música para el film Alexandre le bienheureux (El arte de vivir…pero bien!, 1968), de Yves Robert. Ese sería su debut en el cine.
A partir de allí, la vida de Cosma será la de un compositor de música cinematográfica a pleno, y varias décadas después su nombre seguirá asociado a los más grandes directores franceses y europeos: Gérard Oury, Francis Veber, Claude Zidi, Jean-Pierre Mocky, Claude Pinoteau, Jean-Jacques Beineix, Pascal Thomas, Yves Boisset, Edouard Molinaro, Ettore Scola…
«Gracias al cine ―confiesa Cosma—, mis temas se recuerdan y el público puede apreciarlos aún más cuando se interpretan fuera de la película. El séptimo arte ha sustituido a las antiguas formas de actuación, como la música escénica, los ballets y la ópera. Sin Diaghilev y los Ballets Rusos, La Consagración de la Primavera o Daphnis et Chloé no habrían existido. Lo mismo ocurre con La Strada de Nino Rota o La Pantera Rosa de Henry Mancini, que no habrían existido sin Fellini y Blake Edwards.

En su extensísima y prolífica carrera figuran las músicas de películas como Le grand blond avec une chaussure noire (El gran rubio con un zapato negro), El distraído, La Chèvre, La vuelta del gran rubio, Compadres, Le Jouet, Dos fugitivos, El supertímido, Las carreras de un banquero, todas con Pierre Richard; La fiesta (La boum, 1980); Diva (1981) y La sala de baile (Le Bal, 1983), partituras por las que recibió el César a mejor banda sonora; L’as des as y El animal con Jean-Paul Belmondo; Le Père Noël est une ordure (Papá Noel es un canalla), y La gloire de mon père (La gloria de mi padre).
También Le château de ma mère (El castillo de mi madre), El teléfono rosa, Le dîner de cons (La cena de contras), La 7éme cible (1984), Le jaguar, La totale, Astérix y la sorpresa del César, Astérix en Bretaña, Le placard, Polvo de diamantes (Levy et Goliath), y algunas de las comedias protagonizadas por Louis De Funes, como Muslo o pechuga, La zizanie y Las locas aventuras de Rabbi Jacob.
“Compongo en casa, al piano, con una partitura, una goma de borrar y un lápiz», explicaba Cosma en una entrevista, con una sonrisa. “Por lo demás, siempre hay que encontrar ese algo, la idea, el tono, el color que personalice la película. Por ejemplo, la flauta de Pan en El alto rubio con un zapato negro o el sonido de las olas y el grito de las gaviotas en Un elefante triunfa. Es como el perfume de una mujer hermosa, la alquimia de dos elementos. A veces su fusión se vuelve mágica, evidente”.
Su enorme popularidad adquirida en el cine con sus melodías, le permitió a Cosma experimentar con las sonoridades del jazz, a través de trabajos con artistas como Chet Baker, Toots Thielemans, Don Byas, Stéphane Grappelli, Jean-Luc Ponty, y Philip Catherine, con los que participó en álbumes y conciertos.
También con personalidades de la canción, como Richard Sanderson con el tema «Reality», éxito de La boum; Guy Marchand con «Destinée» el tema del film Les sous-doués en vacances; Diane Dufresne con la canción “Un souvenir heureux”; Nana Mouskouri con «L’Amour en héritage» del film del mismo nombre; Nicole Croisille con el tema de la película Les coeurs brulés).

L’as des as – «Ouverture» – music by Vladimir Cosma
Asimismo, la música folclórica no le fue ajena con sus partituras para las películas del “Alto rubio”, en las que participaron sus compatriotas Gheorghe Zamfir y Stanciu Simion (conocido como Syrinx), ambos virtuosos de la flauta de pan.
También incorporó la música clásica a sus trabajos cinematográficos, por ejemplo en La séptima víctima (La 7eme cible) con el violinista palestino Ivry Gitlis; o en Diva (1981) con la soprano Wilhelmenia Wiggins.
Todos estos trabajos fueron objeto de adaptaciones en suites para conciertos o para la edición de álbumes. “El hecho de tocar en el escenario», recordaba Cosma, «me permite reconstruir mis propias composiciones. Es un enfoque estimulante y necesario para mi trabajo. Desde hace mucho tiempo, después de cada película, reescribo mi música en forma de obras instrumentales, suites sinfónicas, conciertos… La música de cine es el arte de la concisión. El tema, el color debe ser inmediatamente evidente en unos segundos. Quería desarrollar, construir de forma más amplia, todo este material que nació gracias al cine”.
Y justificaba así esas producciones: “Muchos compositores ilustres lo han hecho antes que yo: Bizet escribió dos suites orquestales basadas en su música incidental para “L’Arlésienne”, Sibelius hizo lo mismo con su “Valse triste”, sin olvidar a Prokofiev y Shostakovich, que reelaboraron sistemáticamente su música de cine en sus obras de concierto”.
Vladimir Cosma también ha escrito música para la escena. En 2006, compuso y dirigió una creación original, «¡Eh bien! Dansez maintenant», basada en las Fábulas de La Fontaine, que presentó en Ginebra, con Lambert Wilson como narrador y la Orquesta de la Suisse Romande. En 2012, dirigió la Orquesta Nacional de Francia en el estreno parisino de esta obra en el Teatro de los Campos Elíseos.
Asimismo, escribió su primera ópera, «Marius et Fanny», basada en Pagnol, que se estrenó en la Ópera de Marsella, con Roberto Alagna, Angela Gheorghiu y Jean-Philippe Lafont, y que en 2008 se convirtió en una TV movie. Más tarde, adaptó su partitura para el film Las aventuras de Rabbi Jacob en un musical, que estrenó en 2008 en el Palacio de Congresos de París. En junio de 2009, dirigió la cantata «1209», para soprano, narrador, coro y orquesta, escrita para el octavo centenario del Saco de Béziers.
Los conciertos sinfónicos se han convertido en parte fundamental del trabajo de Vladimir Cosma de los últimos años. Ha dirigido grandes orquestas en Paris, Ginebra y San Petersburgo, en teatros de prestigio como el Victoria Hall, Châtelet, Grand Rex, Théâtre des Champs-Elysées, y en 2011 regresó a Rumanía tras cincuenta años de ausencia, ofreciendo dos conciertos con la orquesta y los coros de la Filarmónica «George Enescu» de Bucarest en la mítica sala del Ateneo Rumano.

Diva – «Promenade sentimentale» – music by Vladimir Cosma

Les comperes – «Generique» – music by Vladimir Cosma

Le jaguar – «Ouverture» – music by Vladimir Cosma
Además de dos Césares a la mejor música de cine por Diva y Le Bal, Cosma ganó dos premios 7 d’Or, varios galardones de prestigio como el SACEM, el Prix Henri Langlois de la Cinémathèque française, y ha obtenido numerosos discos de oro y de platino en todo el mundo. Recientemente ha editado dos grandes cajas a través de la discográfica Larghetto Music que empiezan a reunir toda su obra.
«La buena música de cine es simplemente buena música. Tiene que ser popular y culta», sentencia Cosma como si fuera una razón de fe. Y ese principio tan básico es el que lo ha acompañado en sus inspiradas melodías, tan sencillas como efectivas, a lo largo de su riquísima carrera.
Al cierre de esta biografía, Vladimir Cosma sigue en activo a sus 82 años, ha terminado la partitura para Le cours de la vie (2022) de Frédéric Sojcher, y su último trabajo fue Que jueguen las chicas (2018).

Eduardo J. Manola - 10 de noviembre de 2022

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