Preparándose para componer el score de EL CID, Miklos Rozsa visitó Madrid para investigar y estudiar la música española de la Edad Media. En su autobiografía escribió que se pasó un mes estudiando intensamente la música del período e intentando absorber todo ese material y adaptarlo a su personal lenguaje musical. La grabación de la banda sonora le produjo algunos problemas: viajó a Roma al final del verano de 1961 y estuvo seis días grabando, partiendo luego para Londres. Pero cuando llegó encontró que por defectos técnicos el sonido se había deteriorado, debiendo regrabar enteramente el score durante septiembre y octubre, con la Sinfonia of London, orquesta que había grabado recientemente la excelente banda de sonido de Ernest Gold para el film “Exodus”.