Entre los aficionados a la música de cine es conocida la versión de que Stanley Kubrick no le pagó al compositor Gerald Fried su trabajo para las películas Atraco perfecto (1956) y Senderos de gloria (1957), pese a que eran amigos de la infancia. Cuando Fried le reclamó el pago, Kubrick le habría recriminado que él lo había “metido en el cine”, y el compositor, poco propenso a las confrontaciones dejó el tema allí y mantuvo su amistad con el director, pero nunca más volvió a componer para él.
Pero tiempo después, cuando Kubrick estaba en la fase de pre-producción de su célebre 2001: Una odisea del espacio, Fried lo invitó a ver un documental en el que había compuesto la música y que se proyectaba en la Feria Mundial de Nueva York de 1964. Se trataba de To the Moon and Beyond, filmado en Cinerama 360º de Graphic Films, dirigido por Con Pederson y narrado por el mítico Rod Serling, hacedor de La dimensión desconocida.


Tal fue la impresión que se llevó Kubrick con los efectos especiales y la precisión de la representación del material científico que contrató de inmediato a Graphic Films como consultora de diseño para 2001.
En el documental, había debutado nada menos que Douglas Trumbull como encargado de fotografía y efectos especiales, quien acabaría dejando Graphic Films para convertirse en supervisor de efectos especiales en 2001.
Sin querer, el bueno de Gerald Fried había contribuido, otra vez sin cobrar, a una producción de su amigo Stanley Kubrick.

Eduardo J. Manola – 13 de octubre de 2022