
Estuvimos en Marvel vs. DC in Concert, un verdadero espectáculo de la mano de la Franz Schubert Filharmonia y la batuta del compositor Gerard Pastor, en el impresionante marco del Palau de la Música Catalana de Barcelona. Una cita con la música y la épica de los superhéroes del comic, que han bajado al mundo para quedarse definitivamente.
MARVEL VS. DC IN CONCERT 2022
Superhéroes y músicos asociados para la emoción
¿Sería posible que Batman, Spider-Man, Superman, Hulk, Wonder Woman y El capitán América se reunieran en España, todos juntos en un mismo lugar y a la misma hora? Pues sí, Gerard Pastor y la Franz Schubert Filharmonia lo hicieron realidad. Porque ayer, domingo 9 de octubre de 2022, consiguieron que los más famosos superhéroes de Marvel y DC se hicieran presentes, a través de su música, en el bellísimo marco del Palau de la Música Catalana, en pleno centro de Barcelona, y su impresionante arquitectura modernista no hizo más que exacerbar la atmósfera superheroica en la que la orquesta y su director nos sumió a partir del minuto uno del concierto.
Les confieso que no conocía el Palau, y cuando ingresé la primera sensación que tuve fue la de que la sala, con suelos de granito sin alfombrado, y con paredes sin madera ni material aislante, conspiraría contra lo que se pudiera esperar de una buena acústica.

Estaba muy equivocado. La música se escuchó perfectamente y, si bien intuí un comienzo un tanto frío en la interpretación del arranque, con la extraordinaria “Marvel Studio Fanfare” de Brian Tyler —esa maravilla que cambió la cara musical de la saga Marvel y le imprimió una marca auditiva reconocible al instante―, lo que siguió fue, sencillamente, de excelencia. Y “excelencia” es una palabra usualmente asociada a la veteranía, pero aquí, una formación orquestal integrada en su mayoría por jóvenes (muy jóvenes, incluido su director), le hizo honor sin atenuantes.
La calidad y profesionalidad de la interpretación de la Franz Schubert Filharmonia fue in crescendo, a medida que se iba cumpliendo un repertorio plagado de épica musical, mientras las músicas de Danny Elfman para Spider-Man (2002) y Batman (1989) ―por cierto, el compositor más requerido del programa— tocadas en suite y cruzadas por la “DC Intro” de Justice League, atronaban los cimientos de un Palau que ya palpitaba cada pieza como si acompañara a los superhéroes en sus aventuras.
Un tema más melódico de Elektra (2004) de Christophe Beck propició un breve remanso para dar paso a una soberbia y complejísima versión del vivaz tema de Shazam! (2019) de Benjamin Wallfisch, tras la cual sonaron Hulk (2003, Elfman) en suite, y Wonder Woman 1984 (2020) de Hans Zimmer, que sirvió para un un nuevo descanso tras tanta acción y adrenalina, pues la elección recayó en el más reposado “Lost and Found”.

Sorpresiva fue la inclusión del colorido “Parade of the Ewoks” de Star Wars: Episode VI – Return of the Jedi del maestro John Williams, pues muchos se preguntaban qué tenía que ver con los universos de Marvel o DC. Evidentemente, Pastor quería incluir esta pieza y encontró la excusa perfecta: existieron ediciones de comics de los Ewoks publicadas por Marvel.
Otro acierto muy celebrado, fue la elección del sensual y complejo tema de Selina de Batman Returns (de nuevo Elfman), así como también “La marcha de los villanos” de la banda sonora de Superman de Williams, que se comentó estaba inédita en concierto. Por supuesto, no podía faltar el extraordinario tema principal de Superman, ovacionado por el público y, no sé por qué razón, fue motivo de que quien aquí escribe no consiguiera contener la humedad en los ojos.
Mucha historia, muchas sensaciones vividas en otros años, mucha emoción, Williams ha sido parte de la vida de muchos de nosotros, y eso deja huella. La música y el cine tienen eso, una inexplicable capacidad para la nostalgia que los flojos de goteras no alcanzamos a controlar.
No faltaron sendas suites de dos tanques del Universo Marvel como The Avengers (2012-2018) del gran Alan Silvestri y la potentísima Captain Marvel de la interesantísima compositora turca Pinar Toprak, ejecutadas de manera soberbia por esa “joven” Franz Schubert Filharmonia. Párrafo aparte merece la interpretación del tema “Anvil of Crom” de esa verdadera joya de la música de cine que es, fue y será Conan the Barbarian del inolvidable y llorado Basil Poledouris.
Y aprovecho esta cita para destacar la solvencia de la sección percusiva de la orquesta, que se hizo sentir y sirvió de base firme a la armónica performance de la formación en su conjunto, pues es más usual elogiar las cuerdas y se tiende a olvidar la trascendental importancia de la percusión. Si no, pregúntenle al maestro Maurice Jarre, iniciado en la música como timbalero, que utilizó esa sección con gran habilidad en partituras magistrales como la de Lawrence de Arabia.

Mención destacada para la enorme, pantagruélica tarea del maestro Gerard Pastor quien, según me han comentado, escribió él mismo, nota por nota, las partituras de cada una de las piezas que formaron parte de este concierto, ante la imposibilidad de obtener los originales.
En definitiva, fue un espectáculo tan interesante como colorido, con piezas bien seleccionadas e interpretadas con efectividad por una orquesta a la que auguro un futuro promisorio en el mundo de los conciertos de música de cine, en un marco imponente como el Palau y con una audiencia que disfrutó y vitoreó a los músicos y a su director con gran efusividad, transmitiéndole todo su cariño y agradecimiento por el momento vivido.
Eduardo J. Manola - 10 de octubre de 2022
PD: Me llamó mucho la atención el cariño y la alegría con la que los músicos se saludaron y abrazaron al finalizar el concierto. Conrado Xalabarder, hombre de referencia ineludible en la música de cine, me lo hizo notar mientras salíamos de la sala: alguna baza importante, algún riesgo se han jugado el director y la orquesta en esta empresa para que el final y la despedida tuvieran tanto calor y tanta euforia. Cualquiera haya sido la razón, tened la plena seguridad de que los objetivos han sido conseguidos con creces.
