Sorpresiva fue la inclusión del colorido “Parade of the Ewoks” de Star Wars: Episode VI – Return of the Jedi del maestro John Williams, pues muchos se preguntaban qué tenía que ver con los universos de Marvel o DC. Evidentemente, Pastor quería incluir esta pieza y encontró la excusa perfecta: existieron ediciones de comics de los Ewoks publicadas por Marvel.
Otro acierto muy celebrado, fue la elección del sensual y complejo tema de Selina de Batman Returns (de nuevo Elfman), así como también “La marcha de los villanos” de la banda sonora de Superman de Williams, que se comentó estaba inédita en concierto. Por supuesto, no podía faltar el extraordinario tema principal de Superman, ovacionado por el público y, no sé por qué razón, fue motivo de que quien aquí escribe no consiguiera contener la humedad en los ojos.
Mucha historia, muchas sensaciones vividas en otros años, mucha emoción, Williams ha sido parte de la vida de muchos de nosotros, y eso deja huella. La música y el cine tienen eso, una inexplicable capacidad para la nostalgia que los flojos de goteras no alcanzamos a controlar.
No faltaron sendas suites de dos tanques del Universo Marvel como The Avengers (2012-2018) del gran Alan Silvestri y la potentísima Captain Marvel de la interesantísima compositora turca Pinar Toprak, ejecutadas de manera soberbia por esa “joven” Franz Schubert Filharmonia. Párrafo aparte merece la interpretación del tema “Anvil of Crom” de esa verdadera joya de la música de cine que es, fue y será Conan the Barbarian del inolvidable y llorado Basil Poledouris.
Y aprovecho esta cita para destacar la solvencia de la sección percusiva de la orquesta, que se hizo sentir y sirvió de base firme a la armónica performance de la formación en su conjunto, pues es más usual elogiar las cuerdas y se tiende a olvidar la trascendental importancia de la percusión. Si no, pregúntenle al maestro Maurice Jarre, iniciado en la música como timbalero, que utilizó esa sección con gran habilidad en partituras magistrales como la de Lawrence de Arabia.