Medicine Man – Jerry Goldsmith: El genio de la coleta blanca
Esta historia de amor con trasfondo de investigación científica en el marco de la selva amazónica, dirigida por John McTiernan y protagonizada por Sir Sean Connery y Lorraine Bracco, conocida en España con el curioso título Los últimos días del Edén, y en Argentina con el más adecuado El curandero de la selva, filmada en localizaciones de México como Catemaco, Veracruz, Sierra Madre del sur de Chiapas y de Oaxaca, registra dos interesantes anécdotas que involucran al maestro Jerry Goldsmith quien, por cierto, compuso una preciosa banda sonora para el film.

Una de ellas tiene un componente místico.
Hace muchos años, el compositor californiano conoció a una jovencita de 13 años que estaba luchando contra un cáncer. Goldsmith estaba muy afectado por la triste situación de esta pequeña fan de su música, y en una de las tantas visitas que le hizo en el hospital le regaló el CD de la banda sonora de Medicine Man. La niña atesoró el CD y empezó a escuchar la música constantemente, noche y día, de manera obsesiva, como si las melodías de Goldsmith y la particular temática de la historia que contaba la película, supusieran una suerte de tratamiento para curar su enfermedad.
«Comunicar es lo máximo a lo que aspiro, más que al reconocimiento de la crítica, al dinero o la fama», dijo Goldsmith alguna vez, sin imaginar cuán poderosa podía llegar a ser esa comunicación.
Milagrosamente, tras años de lucha, el cáncer remitió y la recuperada niña lo adjudicó a la música del maestro Goldsmith, a quien llamó para contárselo y compartir con él la felicidad que sentía.

La otra anécdota es más mundana.
Connery y Goldsmith se conocían desde que coincidieron en La casa Rusia (The Russia House, 1990), más precisamente en un cóctel. En el evento, el eterno 007 inició la conversación diciéndole: “Jerry, me encanta tu pelo, quiero tener ese pelo”, a lo que Goldsmith retrucó: “No puedes tenerlo, es mío”. Se rieron y la cosa quedó ahí, pero Connery siguió dándole vueltas a la cuestión, lo comentó con los productores y decidieron que un peinado como el de Goldsmith, con esa coleta canosa, podía encajar de maravillas con la personalidad del Dr. Robert Campbell al que encarnaba Connery en Medicine Man.


Y así fue como Connery se salió con la suya, luciendo el pelo de Goldsmith. A su vez, el genio de la coleta blanca marcó su influencia, no solo con su música sino también con su peinado, provocando además que una ocurrencia de los realizadores hiciera que su nombre fuera incluido en los títulos de crédito como parte del equipo de peluquería!!!!

Eduardo J. Manola – 9 de julio de 2021
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