
Lionel Newman
BIOGRAFIA
New Haven, Connecticut, Estados Unidos, 4 de enero de 1916 – Los Angeles, California, Estados Unidos, 3 de febrero de 1989 (73 años)
Pianista, orquestador, director musical y compositor de música de cine, hermano menor del gran Alfred Newman y de Emil Newman, con quienes formó un triunvirato de consumados virtuosos compositores y directores de orquesta que dominó el departamento musical de la 20th Century Fox por más de cuatro décadas, ganándose el reconocimiento y el respeto de sus colegas.
Lionel Newman era el hijo menor de una familia formada por diez hijos de un vendedor de productos agrícolas. Es tío de los compositores de música cinematográfica Thomas y David Newman y de la violinista y compositora de música clásica María Newman (hijos de su hermano Alfred), como así también del compositor cinematográfico Randy Newman.

Pianista de gran prestigio ya a los quince años de edad, Lionel ingresó en el círculo nacional del vodevil como acompañante de la diva Mae West, antes de reunirse con sus hermanos en la Costa Oeste. Completó sus estudios musicales con Mario Castelnuovo-Tedesco en Los Ángeles y, en 1934, dirigió su propio conjunto musical, «Newman’s Society Orchestra», a bordo del crucero de lujo SS Rotterdam de la Holland-America Line.
Bajo la tutela de su hermano mayor Alfred (que dirigió el departamento de música de la 20th Century Fox entre 1940 y 1960), Lionel se introdujo gradualmente en el mundo del cine. El primer trabajo que se le asignó fue componer la canción principal del western El vaquero y la dama (The Cowboy and the Lady, 1938), junto con el letrista Arthur Quenzer, por la que obtuvieron una nominación al Oscar.





En 1942, Lionel fue contratado por la Fox como pianista de ensayo y compositor, y consiguió su primer gran éxito en 1948 con la canción «Again», escrita para la película El parador del camino (Road House), que ocupó un lugar destacado en el Hit Parade, y fue versionada por muchas de las principales estrellas del momento, como Mel Tormé, Doris Day, Vera Lynn y Tommy Dorsey & His Orchestra.
A principios de los años cincuenta, Lionel recibía encargos como director musical y como compositor, y entabla una estrecha relación de trabajo (y posterior amistad) con su compañera de contrato en la Fox, Marilyn Monroe, desde que la conoce y trabajan juntos por primera vez en Niebla en el alma (Don’t Bother to Knock, 1952). Así, Lionel se convierte en el director musical favorito de la estrella en algunas de sus mejores películas, como Niágara (1953) y Los caballeros las prefieren rubias (1953). También escribió junto al letrista Ken Darby, la canción principal de Río sin retorno (1954) y otras como «Down in the Meadow», “One Silver Dollar” y “I’m Gonna File my Claim”, todas cantadas por Marilyn Monroe.

LA 20th CENTURY FOX Y SU TRAYECTORIA EN LA MÚSICA DE CINE
Tras la marcha de Alfred Newman de la Fox en 1960, Lionel fue ascendido a director musical y luego a vicepresidente a cargo de la música de largometrajes y televisión. Durante la década siguiente, supervisó la mayoría de los segmentos musicales del estudio, además de componer algunos clásicos de la música televisiva, como el tema con tintes de jazz de The Many Loves of Dobie Gillis (1959).
En 1969, Lionel ganó un Oscar (compartido con Lennie Hayton) a la mejor partitura de una película musical por Hello, Dolly! (1969), protagonizada por Barbra Streisand. Al año siguiente, falleció Alfred y Lionel asumió entonces el cargo de director general de música de la Fox, hasta que se retira de la actividad en 1985 por un breve período, para asumir en 1988 un puesto ejecutivo similar en la MGM/United Artists, que mantendrá hasta su muerte al año siguiente.

En toda su carrera, Lionel Newman participó como conductor de orquesta o director musical en más de 360 películas, algunas tan notables como Fixed Bayonets (1951), El hundimiento del Titanic (1953), Lanza rota (1954), Sinuhé, el egipcio (1954), La tentación vive arriba (1955), La colina del adiós (1955), Las lluvias de Ranchipur (1955), El baile de los malditos (1958), Viaje al centro de la Tierra (1959), Alaska, tierra de oro (1960), Cleopatra (1963) colaborando con Alex North; y El Yang-Tsé en llamas (1966), El planeta de los simios (1968), Tora! Tora! Tora! (1970), La profecía (1976), Alien, el octavo pasajero (1979) y Star Trek: La película (1979), todas estas como asistente de Jerry Goldsmith.
En televisión, dentro de su función de director musical de la Fox también asumió la de supervisor de las composiciones de todos los programas de la Fox Tv. En esas circunstancias fue quien contrató a John Williams para escribir la música de la serie Perdidos en el espacio, a la que siguieron Tierra de gigantes y El túnel del tiempo , y en todas estas Lionel fue también orquestador.
Se hizo muy amigo de Williams y se convirtió en su colaborador habitual en varias de sus bandas sonoras para el cine, como Raiders of the Lost Ark, Return of the Jedi, y En los límites de la realidad. También participó como conductor u orquestador en otras series como The Loner, Hong Kong, Daniel Boone, El avispón verde, Batman, Viaje al fondo del mar, Peyton Place, M.A.S.H., Manimal, y Automan.

Entre sus composiciones originales más destacadas se encuentran Tierra de violencia (The Proud Ones, 1956) que incluye un tema con silbidos antes de que esa práctica se incorporara al spaghetti western de la mano de Alessandro Alessandroni y Ennio Morricone; el conmovedor tema inicial del descarnado western El vengador sin piedad (The Bravados, 1958), protagonizado por Gregory Peck, que co-escribe junto a su hermano Alfred; La matanza del día de San Valentín (1967) y El estrangulador de Boston (1968).
PREMIOS
Obtuvo once nominaciones al Oscar entre las que destacan, además de la mencionada The Cowboy and the Lady, There’s no Business Like Show Business (1954) co-escrita con Alfred; The Best Things in Life are Free, Mardi Grass, Say One for Me, Let’s Make Love junto a Earle Hagen; The Pleasure Seekers y Doctor Doolittle junto a Alexander Courage; y Hello Dolly! (1969) con la que ganó su única estatuilla.
Conocido por su consumado perfeccionismo, así como por su gran sentido del humor, Lionel era muy respetado por sus colegas y apreciado por los compositores cinematográficos emergentes. En su honor se ha creado una beca para jóvenes directores de orquesta.
